domingo, 8 de junio de 2008

Los Rubios los preferimos Morochos



Un living hermoso con los muebles amontonados en un rincón...cuarteto a todo volumen...niños/as de 3 o 4 años correteando de acá para allá...gritos y carcajadas acá, en la cocina, en el baño y en el patio...juguetes de plástico color verde y rosa flúo tirados por ahí...cerveza, fernet, coca, una mirinda, empanadas, pizza, servilletas de papel...

¿Dónde estoy? En el cumple de mi amigo hetero. ("Si no venís te mato, p*to de mierda!!")

¿Cómo llegué acá? En el auto de la hermana ("Ay, rubio, no podés faltar vos!! Tenés que venir así bailás!! Tengo el tema de Gloria Trevi")

Siento miradas encima, pero no sé si estarán pensando que tengo HIV chorreando por los poros o es sólo que la miran a la perra de mi amiga que no para de bailar La Mona a mi alrededor.

Pero la única mirada que me quema es una de ojos verdes. Viene de un morocho que parece salido del calendario de los rugbiers franceses.

Mi amigo hetero ya está en pedo antes que lleguen todos los invitados. Me saca a bailar y me obliga a bailar con todas las mujeres de la fiesta, diciendo: "¡Este es!".
Sonrío, digo chistes...a alguna le halago las botas.

Una hora más tarde ya sé cuál de las chicas está sola, cuál casada, cuál es la casada con el morocho hermoso con cuerpo de rugbier, cuál es la madre de la gorda hermosa del triciclo de plástico y, por supuesto, cuál es de Sagitario, cuál de Leo y cuál de Piscis.

Pero también mi amigo está más en pedo y me hace bailar una cumbia villera ( o algo parecido) con el padre de la nena del triciclo mientras se oye alguien que grita "Sacá fotos!!". Es el morocho.

Otro lapsus de la fiesta, mi amigo ya está cayéndose al suelo, levantándose la remera que le regalé para mostrar la panza y volcando fernet por todas partes. Yo estoy tirado en un sillón, con la hermana y mi amiga y él se me sienta encima mientras habla con ellas a los gritos. De repente noto cierta tensión en toda la concurrencia masculina. El que estaba contando el chiste se detiene un par de segundos, el que estaba sirviéndose empanadas agarra un pedazo de pizza sin querer y lo suelta... y el morocho deja de mirar a su esposa por un segundo.

Mi amigo me empieza a contar de la hija, de la esposa, mientras también se caga de risa con la hermana y se hace el langa con mi amiga. De vez en cuando, intercala frases como "Te amo, rubio", "Sos mi mejor amigo", "Sos una maza" y les grita a sus amigos desde mis faldas mientras pega carcajadas y vuelca más fernet, esta vez en mis zapatos.

De nuevo me saca a bailar hasta que la esposa se lo lleva un rato a que se calme o vomite.

Con la ausencia de mi amigo, el volumen de la música baja, las sillas se acercan y empiezan dos o tres charlas consecutivas de temas diferentes hasta que gana Cristina Vs. Campo y todos escuchamos calladitos una seria descripción del cultivo de la soja a cargo de un agrónomo o algo así que "se practica hace más de 5.000 años...no destruye los suelos, como nos quieren hacer creer...es lo único que produce el país."

Estos datos son suficientes para que yo empiece a mirar las cortinas y divagar sobre cómo algunos hombres pueden hablar con un tono de voz especial que hace que todos se callen y lo escuchen. Se me ocurre preguntarme si es algo propio de los hombres o las mujeres también son capaces de silenciar a las multitudes adoptando un tono de voz serio...pero no llego a ninguna conclusión porque el tema de la conversación ha cambiado de repente y las palabras "marcha", "gay" y "orgullo" me hacen volver a la realidad.

Uno de los heteros, medio rubiecito y gordito, está diciéndole a mi amiga (seguro la instigadora de la charla) que los gays se autodiscriminan marchando o haciendo su boliche para ellos solos, etc.

El morocho/rugbier/hermoso, opina que "cada uno con su culo hace lo que quiere, pero porqué tenés que andar mostrándolo?".

Esta opinión genera que alguien diga "Claro" y dos personas asientan con la cabeza, aunque no muy seguras. Obviamente todos están esperando que el único gay del grupo opine...cosa que preferiría evitar hacer en ese momento y lugar, pero no me resisto a dirigirle por fin la palabra a ese potrazo de ojos verdes.

"Y mirá"-le digo exagerando la dulzura de mi voz-"Hay gente que siente que tiene que andar mostrándolo porque cree que así le dice a la sociedad que, por más que no guste, ellos están contentos con ser gays"

Apenas tomo la palabra, noto como todos paran la oreja para escucharme. El morocho reacciona con más entusiasmo del que me esperaba y dice, mientras cambia un poco su posición en el sofá para mirarme a la cara: "Pero bueno, eso es lo que digo! Yo no salgo a la calle a gritar que soy hetero y estoy orgulloso de serlo!"

"Porque no tenés necesidad de hacerlo" le digo más serio, "A vos nadie te discrimina por ser hetero".

El morocho amaga con decir algo, pero baja sus ojazos y se calla. Mi amiga, activista desde que nació, se zampa ahí nomás "Claro, no es lo mismo, los gays protestan contra una sociedad que no les da los mismos derechos que a los heterosexuales...blablaMarxblablaFoucaltblabla"

La charla sigue y el rubiecito me pide que lo apoye (sí, el muy zarpado me dijo "apoyáme, loco") en su opinión de que la marcha, al final, genera más rechazo que aceptación porque muestra una imagen de los gays que a la gente no le gusta.
Yo asiento y digo "puede ser...sí", con un hilo de voz. Mi amiga, activista hasta la muerte, empieza a gritar "¿Pero porqué no gusta??? Ellos no tienen la culpa de que no guste! Es la sociedad la que genera estereotipos ...blablaBourdieublablaIglesiaCatólicablabla"

Si alguien me supiera leer el tono de voz y los gestos, sabría que no me importa el tema...ni ningún tema, a menos que el morochazo, que está buscando algo en su bolsillo (era el encendedor) quiera hablar de él.

La charla se diluye.Ahora estamos hablando de la prima de alguien que está en Italia y escuchando la opinión que le merecen al rubiecito gordito los europeos. Mi amiga se levanta y va a la cocina con un flaco. Una pareja, que recién llega, pone música dance y se ponen a bailar mientras comen pizza fría.

Yo charlo con una chica que está al lado mío. El bombón morocho empieza a besuquearse con la esposa. Espero unos 7 u 8 minutos, no vaya a ser que piense que me molesta (en realidad, me calienta!) y me levanto para ir a la cocina.
Mi amiga, al verme llegar, me dice un par de cosas graciosas mientras el flaco, apoyado en el lavarropas y con un vaso de fernet en la mano le mira la cola.

Siento la necesidad, no sé porqué, de estar al lado de ella un rato. Pero todo pensamiento y emoción se desvanecen con la entrada del morocho a la cocina. "Estos que llegaron recién están pasadazos", me dice mientras abre la heladera y saca la mirinda.

"Ah-jaja", le contesto yo mientras pienso si "pasadazos" siginificará borrachos o drogados o qué y mi amiga gravita hacia el lavarropas.

"Che, loco, vos qué pensás?" Me dice mientras se para en el centro de la cocina, como si fuera a quedarse ahí y sirve mirinda (la botella parece de juguete en sus manos) en un vaso. "¿Te parece bien que los gays pinten la catedral? ¿No te parece que es un monumento histórico?"

"Y...no sé" digo yo, sin poder concentrarme, recordando la escena de Mel Gibson y Helen Hunt en What Women Want, cuando él se da cuenta que le está mirando el bulto.
"No sé bien cómo fue éso" (Mentiraaa!! Pero me siento trabado como en un final oral.)

"No" dice, todavía plantadito en la cocina, "te lo digo porque mi vieja lo vió en la tele y se puso loca. Ella que nunca había dicho nada contra los gays, de repente empezó a odiarlos sólo por eso. Porque pusieron graffitis en la catedral de Buenos Aires y mi vieja es re católica, loco. Y eso no le gusta a un católico. Es una falta de respeto. ¿O no?"

"¡Qué pasa acá!!" Grita mi amigo hetero a mis espaldas, con voz de cana, entrando a su cocina.

"Nada" quiero decir yo, sonriendo, pero mi amigo no me deja contestarle. "Los vuá a hacer cagar a todos acá blablaKétepasaavosblablaAcámandoyoblabla" grita mientras se apoya en mi hombro y le pega manotazos al morocho en su hermoso pecho.

Yo me río y el morocho sonríe callado hasta que aprovecha un momento que mi amigo hetero interrumpe su dramatización de sargento furioso para tomar aire y dice: "Nada, estábamos discutiendo con tu amigo acá"(¿discutiendo? No, papi, vos hablabas y yo escuchaba ¡Qué más quiero!) "Le decía que la marcha del orgullo gay termina generando más rechazo, porque viste que mi vieja, vos la conocés...blablaPintadasalaCatedralblablaTravestisconpelucablablaniños mirandoblabla"

"Yo te voy a decir una cosa" dice mi amigo hetero, haciéndose el que se pone serio "Tu vieja es una reverenda pelotuda que la educaron para ser así. (Mierrrda!! Cómo te quiero, amigo!!) "Y a vos te educaron para ser así. Y vas a ser así hasta que te pongás en el lugar de los demás. Los gays no salen a reclamar porque les gusta mostrarse haciéndose las locas" (¡Qué no!! Pero dale, seguí...) "Salen a reclamar porque gente como tu vieja los discrimina y les grita "puto" por la calle con total impunidad (Vamos, carajo!! Decíselo!) y a la gente como tu vieja la educó la puta Iglesia Católica y está re bien que le pongan pintadas, que le echen un gallo, que la quemen a la Catedral, porque ellos hacen que la gente sea intolerante y nadie dice ni hace nada"

El morocho está quieto, mirándose con mi amigo, que le dice "¿O no es así, Héctor?" (Héctor???...wákala. Algo malo tenía que tener).
Hetitor termina sonriendo y dice "Y sí, boludo, qué se yo"

"Aparte vos no sabés lo que este guaso, loco!", dice mi amigo colgado de mí, con voz de futbolero "Es una maza..." Y empieza un relato de anécdotas que, supuestamente, iban a resaltar "lo maza" que soy, pero terminan siendo sólo un relato de las alocadas aventuras que tuvimos en Vaquerías hace 15 años o más.

La esposa de Héctor entra a la cocina justo cuando mi amigo está contando cómo vomitó encima del camionero que nos trajo de regreso a Córdoba del Cosquín Rock.

Héctor le ofrece el vaso de mirinda casi al instante...parece el gesto de un niño que le entrega el cuaderno de deberes a la maestra...(en ese momento, estoy enamorado ciegamente)

La esposa se cuelga con sus dos manos del hombro izquierdo de Héctor mientras escucha a mi amigo quien, colgado de mis dos hombros y mi nuca, cuenta cómo él y Héctor vendieron respuestas truchas de la prueba de Matemática a los chicos de tercer año.

La esposa me pregunta algo, yo contesto lo que espera...empezamos a charlar. Al ratito estamos los dos apoyados en la mesada de la cocina, uno al lado del otro, charlando sobre el tema que nos unió (la astrología) mientras mi amigo y el morocho siguen recordando los ´90s y parte de los ´00s.

Dos horas después está saliendo el sol, Héctor, su esposa y yo hemos hablado de 20 temas diferentes y ya me invitaron a tomar mates a su casa cuando quiera. Mi amigo dice que hagamos un asado al mediodía en la casa de ellos. Héctor parece querer, la esposa y yo empezamos "No sé, mañana tengo que...blabla...Pero el Domingo que viene...blabla".

Me acercan a mi casa en su Astra cremita y me reiteran la invitación...pero antes de subir al auto y mientras esperamos que su esposa se despida de la esposa de mi amigo, Héctor me dice a mí solo, apoyado en la puerta abierta de su auto "Tenés razón, Rubio, mejor que un gay salga con peluca por la calle a que se quede encerrado sufriendo o violando pendejos".

"Sí, para mí es así. Totalmente" le digo y miro para otro lado haciéndome que ni el tema ni él me importan.

"O peor" sigue él, embalado "que se casen y tengan hijos para aparentar y anden cojiendo con cualquiera por ahí sin que nadie sepa".

Ahí me doy vuelta y miro dentro de sus ojos verdes...nada.

"Sí, tenés razón, es tétrico".

Y me convenzo de que su esposa es una mujer afortunada, jamás le va a pasar eso.

Tendré que seguir chateando...no es que no me guste, pero ahí no podés mirar a los ojos.

Sé que cuando me despierte, Héctor ya no va a ser tan lindo en mi memoria y me voy a reir de mí mismo (y publicarlo en el blog, claro).
Pero bueno, estando en un ambiente hetero, ¿qué otra cosa puedo hacer para pasarla bien que enamorarme del hetero más lindo que haya?

Esto me demuestra que uno sólo se enamora (aunque sea por un rato) porque no tiene nada mejor que hacer.




viernes, 6 de junio de 2008

La Amiga Hetero


Yo no creo en la amistad entre el hombre y la mujer...salvo, claro, que el hombre sea gay.
Tampoco creo que una mujer pueda estar completa si no tiene un amigo gay.

Todas las mujeres que conozco tienen uno...o al menos un peluquero al que van siempre.
Y es algo que escapa a las modas, porque se lo ve en todas las épocas, aunque en la nuestra se haya vuelto re "cool" tener un amigo gay (aunque no tanto un padre, un hermano o, mucho menos, un hijo).

Hay gente que dice que el secreto de la amistad entre un gay y una mujer pasa porque el gay adora a las mujeres...pero conozco muchas locas que son más misóginas que San Pablo y no soportan que haya mujeres cerca de ellos en ningún lado.
Otros dicen que a la mujer le gusta tener relación con un hombre con el que no siente tensión sexual...sin embargo, la tensión sexual siempre está, incluso aunque se compartan los tacos altos o el rimel .

Quizás la idea más acertada sea la de que, hasta cierto punto, es una amistad sin competencia.
Una loca no puede robarle el novio a su amiga hetero ni tampoco la amiga hetero puede robarle el novio a su amigo gay. Claro que existen casos especiales, pero si ocurren, quiere decir que el novio de la chica no era "tan" hetero ni el novio del chico era "tan" gay.

Además, es difícil que una loca juzgue a su amiga.
La amiga hetero, invariablemente, suele caerle a su amigo gay con las historias más locas por las cuales su madre o cualquier amiga mujer sana de juicio le pegaría el levante de su vida:
"Me gasté la plata del alquiler en la super-liquidación verano", "Voy a viajar a Tomboctú a conocer al chico con el que chateo", "Corté con Gonchi porque mi astróloga vió una sombra en su aura", "Le pagué a un analista de sistemas para que consiga la contraseña del mail de Gonchi", etc.; son algunas de las muchas frases que todas las locas con amigas heteros escuchamos alguna vez.

Además, las locas somos los únicos seres masculinos que nos percatamos si una mujer se rebajó las puntas, si cambió de lila a violeta o si sus botas son de cuero legítimo o imitación.

Del otro lado, las mujeres son los únicos seres con los que una loca puede trabar amistad fácilmente. Con los hombres, sean hetero o gay, es más difícil y está el riesgo de enamorarse o que pase algo peor. Con una mujer, se puede hablar más distendidamente, sin temor a que se malinterprete lo que uno dice ni que nos pidan plata para que les hagamos un pete.

Para muchos, la amiga hetero de un gay es una perra loca que tiene sexo 3 veces por día y 6 veces por noche, y se despierta siempre sobre un colchón de colillas de cigarrillo empapadas de vodka, con el maquillaje corrido y el corpiño colgando del picaporte o de la lámpara de la mesita de luz.

Sin embargo, existen toda clase de amigas heteros: están las locas, las monjas, las perras, las santas, las buenas, las lesbianas, las casadas, las que se quieren casar, las que quieren tener hijos, etc.

Aquí hay 7 tipos de amigas heteros que agrupan a algunas que conozco y conocí.

La Madre: Siempre la mamá es la mejor amiga de toda loquita. Y en el caso de no tener madre, siempre se encuentra alguna madre putativa (tía, abuela, vecina, empleada doméstica, maestra, etc.). Generalmente, es la primera mujer en tu vida que te quiere y la primera a la que querés porque le podés usar los tacos y el maquillaje.
Pero lo que más atrae de esta primera amiga hetero es su espejo.
Todas las madres tienen un espejo (o varios, de diversos tamaños) instrumento sin el cual quizás no existirían los gays. La necesidad de usar el espejo hace que todas las loquitas se suban a la cama de la mamá y reciban y den los mimos protocolares para después poder mirarse en el espejito durante horas mientras ensayan caritas seductoras a los 3 o 4 años.

La presta-muñecas: A ésta se la puede conocer en el barrio, en la escuela, en la casa de una prima, en inglés o francés, en la clase de danza española que sigue a la de tae kwon do que te obligan a ir, etc. A uno no le importa de dónde venga, lo que importa es que, cuando vas a su casa, podés tocar con tus manos a la Barbie Crystal o peinar a un Pequeño Pony mientras ella se pinta corazoncitos blancos y rojos en los cachetes con el set de Tammy.
Con suerte, también tenga las cartas de She-Ra o una careta de la Mujer Maravilla.
E
l problema de esta amiguita es que, a tan tierna edad, suele confundirse y les dice a todos que sos su novio. La muy desubicada es capaz de pedirte jugar a la mamá y al papá, pero bueno, son amistades que, afortunadamente (o lamentablemente), duran tan poco como la infancia.

La compañera de grupo: En el colegio o en la facu, siempre hay una chica con la que nos juntamos a estudiar o a hacer los trabajos grupales porque con ella siempre nos sacamos 10.
Esta amiga hetero suele ser increíblemente traga y no razonar nada de lo que lee. Gracias a ello, podemos ahorrarnos el agotador ejercicio de leer y quedarnos con el de orientar hacia alguna conclusión sintética los contenidos que se devora. Lo único que hay que soportarle es su constante y fatalista convicción de que seremos aplazados y jamás podremos entender cómo obtener el coseno partiendo de la tangente o el papel de la pequeña burguesía en la revolución francesa. A veces incluso hay que aguantarle llantos y pataleos, pero vale la pena.
Otra de sus características es que, por A o por B, suele ser odiada por todo el mundo. Además, se siente fea y se comporta y viste como tal... hasta el día en que termina de estudiar y se transforma en un minón y todos se acercan a ella a través nuestro.

La compañera de joda: A ésta se la puede conocer en algún boliche o puede ser la misma con la que jugábamos o estudiábamos, dependiendo de si la seguimos viendo y de que siga soltera.
Generalmente tiene fama de p*ta, pero sólo nosotros sabemos que con suerte tiene sexo algún que otro Domingo con algún que otro huesito o levante del sábado o viernes anterior.
El secreto de la intensa y divertida unión con esta amiga hetero es, por supuesto, el alcohol. Una vez que se consume el volumen requerido por ambas partes empieza el fiestón, donde sea que estén. En cualquier boliche, gay o no, puede verse la típica parejita de la loca con su amiga loca bailando como si fueran Britney y Justin y rodeados de viejos y gordos babosos y más alcoholizados que, si no se la levantan a ella, terminan vomitando en el asiento trasero de él.

La torta: La única centrada de todas las amigas de un gay, la torta siempre quiere convertir a su amigo gay en un macho futbolero, centrado y orgulloso.
Suele darnos clases sobre marcas de autos y recetas de preparación de licores, quizás con la intención de que algún día seamos un Barman con un Mercedez en el parking.
Cada cierta cantidad de horas nos pregunta: "¿Pero cómo puede ser que no te guste una mina???", o nos dice, con el mismo tono de un juez inglés: "El cuerpo de una mujer es más estético que el de un hombre". También hay veces que, después de tomarse una caja de vino Pico de Oro, sin ni siquiera usar vasos, nos dice: "¡Nada como un buen par de tetas, loco!".
Sacando su inevitable machismo, suele ser la mejor amiga, lo cual demuestra que las locas no nos acercamos a las mujeres sólo para robarles ropa o el lápiz labial, porque ni en pedo nos pondríamos lo que usa nuestra amiga torta (y ella ni en pedo se pintaría los labios, claro).

La soltera caza-maridos: Esta es la que más abunda porque, hoy en día, gracias a que desaparecieron los matrimonios arreglados, no hay mujer que no atraviese esa etapa de soltera desesperada. Es la que nos llena la casilla del mail con cadenas de la Virgen, San Fulano y otras brujerías (que si no los reenviás te pasa algo malísimo), la que nos llama y manda mensajes cada vez que corta con un tipo (sea la hora que sea), la que todos los días habla de empezar el gym o la dieta juntos (salvo viernes y sábados a la noche).
A veces da miedo ir a su casa porque no sabemos si nos vamos a encontrar con que destrozó el lavarropas a patadas porque "No me responde los mensajes" o con que se compró un jabón de lavar la ropa importado de Turquía con la plata para pagar el agua. Quizás incluso un día le caemos y nos recibe un perrito pequinés ladrando con furia o un gatito precioso que cuando crezca será horrendo porque "Sé que jamás podré ser madre".
Por extraño y contradictorio que parezca, a esta amiga le encanta acompañarnos a lugares exclusivos para gays, mientras nos dice "No sé qué pasa pero no encuentro a mi hombre. ¡Estoy maldita!".

La Casada: Esta es la amiga que desaparece durante un tiempo y cada vez que la volvemos a ver está llorando y a punto de abandonar a su marido o "decirle que se vaya".
Al principio la escuchamos y nos ponemos locos...queremos ir a denunciarlo y llevarla a ella a un hotel barato hasta que ese "bestia" que deja las toallas mojadas en la cama y jamás guarda la caja de la leche en la heladera esté tras las rejas. Después pasa el tiempo y mientras ella derrama lágrimas y chilla como lora que se va a divorciar, le decimos "Bueno, ya verás cómo arreglarlo" o "Tenés que dejarlo hasta que se resuelva esa situación".
Más adelante, sólo la escuchamos cortésmente mientras sorbemos mate o comemos una factura al tiempo que ella tiene espasmos de sollozos y se tira al suelo arrancándose los pelos con las manos asegurando que lo va a matar. Finalmente, nos dice que no lo deja porque "quién me va a dar bola a esta altura de mi vida". Pero una vez que dice eso, acaba dejándolo y aparece más linda y feliz que nunca, llamándonos todos los días para ir al teatro, al cine, a comer, al casino, a bailar, a caminar por el parque o al Machu Pichu de mochileros. Igualmente, tampoco tiene mucho tiempo para nosotros porque no da abasto con todos los tipos que la buscan.
Por supuesto, jamás aprende de esta experiencia y se vuelve a casar. Al parecer es feliz así.

domingo, 1 de junio de 2008

El Corazón de León


Durante la segunda mitad del siglo XII pasaron unas cuantas cosas muy intesantes para todo aquel que le interese el sexo prohibido, las relaciones imposibles, los escándalos tapados, el amor falso y el amor verdadero, los hombres serviles y los hombres dominantes, el antisemitismo y el anticristianismo, el dinero y el poder, los secuestros y los rescates, las guerras y las matanzas, las esposas abandonadas y las madres aduladoras.

Por supuesto, me refiero a la vida de Ricardo Corazón de León (aunque cómo iban a adivinar, no sé...podría estar hablando de mucha gente con éso).

Siendo que este blog se llama Rubio Tarado, me parece pertinente contar un poco sobre la historia de otros seres que cumplen esas dos condiciones.

Ricardo nació como tercer hijo de un rey, pero gracias a que su hermano mayor era un p*lotudo bárbaro que terminó muerto no recuerdo por qué causa (veneno, flechas, espadas o peste) y su otra hermana mayor era mujer, terminó siendo él mismo rey de Inglaterra.

Pero no nos adelantemos tanto. Echemos primero un rápido vistazo a la infancia y adolescencia de Ricky, quien pasó esas conflictivas etapas en compañía de su madre, la famosa Leonor de Aquitania.
Leonor era la mujer más culta, más rica (y por ende, más bella), más viva y más perra de su época. Y le encantaba serlo. Tuvo 10 hijos, pero adoraba a Ricky, su hijo preferido, a quien le enseñó a tocar instrumentos de la época y a cantar poesía rodeado de cortesanos que se desvivían por adular a los nobles.

Pero, como suele ocurrir con las mujeres que tienen dinero y poder (y con las que no, también) Leonor estaba encaprichada con hacerle la vida imposible a su marido, Enrique II de Inglaterra, quien había osado tener unas cuantas amantes (algunas fijas, otras temporales y unas cuantas violadas en el momento) mientras estaba casado con ella.
Así que para enfurecer a su esposo, Leonor insisitió en que Ricky se hiciera amigo de Felipe (futuro Felipe "Augusto"), el hijo del rey de Francia (anterior esposo de Leonor, no se mareen), principal rival de Enrique II.

Ricardo, según dicen, era ya un muchachote alto, rubio, ojos azules, amante de los deportes y tan pero tan sincero y frontal que la gente le decía "Ricardo Sí o No". Al parecer, era poco vueltero para dar respuestas.
Felipe, en cambio, era uno de esos pendex con el pecho hundido, medio encorvado, cabello de tono indefinible, cara triste de pómulos demasiado salientes y tan pero tan mañoso, artero y tramposo que Leonor terminó arrepintiéndose de fomentar la amistad de su hijo con tamaño hijo de p*ta

Contra todos los pronósticos, resultó que Ricardo se hizo gran amigo de Felipe, quien insistía en que cazaran juntos, comieran del mismo plato y durmieran en el mismo lecho. Así, estos dos muchachitos tan diferentes andaban juntos todo el día, conversando de política feudal, deportes medievales y arte gótico, entre diversos temas.

Pero recordemos que en la edad media, había que casarse muy joven porque era raro que uno viviera más de 40 años (aunque, por supuesto, la perra de Leonor vivió 82). Así que a Ricardito le dijeron que le diera un beso de despedida a Felipito y lo mandaron a Navarra a conocer a Berengaria (o Berenguela, hija de Sancho VI de Navarra) quien estaba ya de antemano enamorada de él por todo lo que decían y cantaban los trovadores (que comían gratis en la mesa de Leonor) sobre el rubio príncipe de Inglaterra y futuro duque de Aquitania.

Ricardo se destacó en Navarra como un excelente caballero. La dulce y muy católica Berengaria corroboró que era todo cierto lo que se decía de él...aunque quizás en ese momento se preguntó porqué Ricky, su futuro esposo, se ponía más charlatán, más piola y más animado cuando estaba presente Sancho, el hermanito de Berengaria (futuro Sancho VII), un morocho de ojos oscuros muybien plantado y con los mismos gustos de Ricardo para la música, el deporte, la poesía, etc. Habrá pensado que eran cosas de hombres.

Poco sabía la pobre Berengaria que pasaría a la historia como la única reina de Inglaterra que jamás puso un pie en Inglaterra. Ricardo le histeriqueó durante años, diciendo que tenía que rebelarse contra su padre a favor de su madre, asumir su rol de rey de Inglaterra, acudir a la Tercera Cruzada o matar unos cuántos judíos en Londres.
Pero la "Beren" aguantó todo, incluso viajar hasta Medio Oriente en un barco medieval sin inodoro ni bidét, acosado por las tormentas del mediterráneo y los ataques de los sarracenos hasta que, finalmente, se casó con su Ricardo.
Obviamente, él encontró luego otras cosas que hacer, como pelearse con Felipe Augusto o construir Chateau Gaillard y Berengarita se quedó sin saber lo que era el amor de un hombre.

Pero bueno, lo siento por Berengaria pero yo tampoco tengo tiempo ni espacio para ella. Mejor sigo con la Tercera Cruzada, la cual fue encabezada por Ricardo y Felipe, ya reyes de Inglaterra y Francia, respectivamente, y por Federico I Barbarroja de Alemania, quien será todo un personaje pero, a los fines de este texto, no pincha ni corta (hasta donde yo sé, claro).

Ricardo y Felipe viajaron hasta Tierra Santa para liberar Jerusalem del sultán Saladino (otro personaje muy interesante que sí pincha y corta en ésto). Al sultán le gustaba mucho pasar su tiempo con eunucos y tenía preferencia por uno de ellos a quien le permitía hasta lavarlo y perfumarlo diariamente (creo que sería un buen momento para señalar que bañarse era una costumbre oriental poco popular entre los cristianos).
Ni Ricardo ni Felipe solían bañarse mucho y se la pasaban en medio de campamentos llenos de soldados de, también, dudosa higiene personal. Felipe se hartó primero y, como astuto monarca que era (y también, como buena loca mala que era) se volvió a Francia para ver si podía robarle algunas tierras a Ricardo mientras éste peleaba con los musulmanes.

Ricardo se quedó entonces muy ocupado dirigiendo a sus hombres, en especial a Blondel de Nesle, un jovencito rubio con ojos verdes, de piel blanca, lampiña y rosadita, que se desvivía por servir a su rey de todas las formas posibles (para esa época, Ricardo ya estaba un poquito baqueteado, con una tupida y horrible barba, el pelo un poco más oscuro, la panza más prominente y entradas de peladito sexy cubiertas por una todavía más sexy corona de oro).

Blondel era también un excelente poeta y músico y cuando Ricardo necesitaba relajarse, se alejaban un poco de los campamentos con unos cuantos servidores para cantar juntos sobre los amores imposibles alrededor de un lindo fogón. Algunos dicen que eran muy fiesteros, pero también se los veía solitos porque Blondel tocaba la flauta como nadie y Ricardo tenía un enorme aprecio por ese especial talento de su rubio servidor.

Se dice que Ricardo se enfermó de una fiebre terrible que lo tuvo postrado días y días en su tienda de camapaña. Nadie sabía cómo curarlo hasta que, de las misteriosas profundidades del desierto surgió una figura envuelta en rarísimas ropas orientales que entró a la tienda de Ricardo cuando nadie la vigilaba y le ofreció un extraño talismán que curaría la vaporosa fiebre con sólo apoyarlo en la frente del monarca.

Al otro día, Ricardo estaba de nuevo en pie y sanito, y expresó el deseo de que, después de muerto, su corazón fuera enterrado en aquellas tierras, cerca de su gran amigo Saladino. Blondel se puso colorado y dicen que salió corriendo y llorando para ahogarse en el mar, pero como estaban en medio del desierto tuvo que desistir de sus funestas intenciones.

Finalmente, Ricardo se dió cuenta de que la cruzada había fracasado y no había forma de vencer a Saladino, por lo que se volvió a Inglaterra para poder seguir peleando con Felipe.

Pero tuvo la mala pata de que su barco naufragó y fue capturado por Leopoldo de Austria, quien también había ido a la cruzada y odiaba a Ricardo porque había pisoteado una bandera austríaca (y porque era más alto y buen mozo que él, seguro). Leopoldo ocultó a Ricardo en un castillo de la Europa central y toda la cristiandad comenzó a preguntarse dónde estaría su héroe Ricardo, a quien ya llamaban "Corazón de León" o "el defensor de la verdadera fe".

Felipe Augusto estaba chocho y el hermano menor de Ricardo, Juan Sin Tierra, ya se frotaba las manos pensando que su hermano nunca aparecería y él sería el nuevo rey de Inglaterra, donde comenzaba a forjarse la leyenda de Robin Hood, personaje que siempre me resultó antipático (robar a los ricos para dar a los pobres es hacer ricos a los pobres...) y donde la reina Leonor lloraba con Blondel de Nesle todas las noches, preguntándose dónde estaría su hijito querido.

Y acá llegamos a la parte que me gusta.

Se dice que Blondel salió de Inglaterra y se dirigió a Austria y Alemania, vagando por varios castillos a los que se acercaba como trovador. Sin embargo, Blondel sólo tocaba una canción, que teóricamente había compuesto con Ricardo y nadie más conocía.

Así, el rubiecito lampiño de cachetes rosados se la pasó cantando aquella cancioncita de castillo en castillo hasta que oyó una voz que le contestaba desde una torre con la estrofa que le correspondía a Ricardo. Inmediatamente le escribió a Leonor y ésta se las arregló para tratar con Enrique de Alemania el rescate de Ricardo (que fue escandalosamente caro y se pagó con impuestos al pueblo de Inglaterra).

Poco queda por contar, Ricardo volvió a Inglaterra y construyó Chateau Gaillard en Normandía, para desafiar a Felipe, pero al poco tiempo fue muerto de un flechazo mientras asaltaba un castillo francés donde, según decían, había un misterioso tesoro.
Chateau Gaillard era un castillo imponente y parecía impenetrable por cualquier ejército, pero Felipe tuvo la vieja idea griega de conquistarlo introduciendo un traidor en el castillo que les abriera las puertas a sus soldados. Así fue como Felipe Augusto comenzó a conquistar a todas las tierras del rey inglés en Francia (salvo Aquitania), destruyendo el imperio Plantagenet. Las locas malas y tramposas siempre tienen la última palabra.

Agunos historiadores dicen que lo de la canción de Blondel y Ricardo fué sólo una fábula inventada años después y que Blondel de Nesle ni siquiera existió (alguna gente se empeña en hacer a la Historia más aburrida de lo que ya es de por sí).

Existen también algunos historiadores que hasta se atreven a afirmar que Ricardo era homosexual (!) y Blondel, su amante preferido, mientras Sancho VII, Felipe Augusto, Saladino y algunos otros habrían compartido también los placeres sodomitas con el Corazón de León. Pero como Ricardo luchó por la Iglesia, nunca tuvo mala prensa y pasó a la historia como uno de los mayores reyes medievales y un verdadero héroe al estilo del Cid.

Fábula o no, siempre me ha gustado esa historia del trovador buscando a su segunda voz por todos los castillos y hasta me he puesto a imaginar cómo sería aquella canción. No creo que se pareciera en nada a un posible dúo entre Ricky Martin y Miguel Bosé, pero seguro sería lindo escucharla.

Test ¿Sos Hetero, Homo o algo peor?

¿Alguna vez dudaste de tu masculinidad? ¿Te gustaría saber qué tan hetero o qué tan homo sos? Con este sencillo test no te van a quedar dudas...elegí una respuesta en cada ítem y consultá los resultados al final...si la respuesta no te gusta, pensá que al menos estás mejor que otros.

1) Si ves una mina linda por la calle, te dan ganas de...

  • a) Sacarle la ropa, manosearla de pies a cabeza y dejarla toda despeinada y bien feliz.
  • b) Probarle todo tipo de ropas, manosearla del cuello para arriba (además de manos y uñas) y dejarla bien peinada y más feliz.
  • c) Pagarle la ropa, maquillaje y peinado para que te acompañe al casamiento de tu primo y les diga a todos que lleva seis meses con vos.

2) Si te enterás que dejaste embarazada una mina, tu primera reacción sería...

  • a) Salir corriendo sin parar hasta Alaska y mandar 50 pesos cada 15 años.
  • b) Salir corriendo a comprar cuna, mamaderas, ositos, sonajeritos, etc. hasta desteñir las tarjetas de crédito.
  • c) Salir corriendo a la clínica donde atiende ese médico morocho y sexy porque ahora sí tenés una excusa para consultarle.

3) Cuando estás en pareja...

  • a) Ansiás salir solo con tus amigos y olvidarte de la bruja por una noche.
  • b) Ansiás que ninguno de tus amigos salga por una noche, así nadie le puede contar a tu peor-es-nada cómo te olvidás de él en el dark room.
  • c) Nunca te dura mucho, siempre terminás despertándote.

4) Si te gusta alguien en un boliche y querés conquistarlo/a...

  • a) Le decís hasta el cansancio que te re-gusta y prometés atravesar los fuegos del infierno por ella hasta que se te entregue para hacer lo mismo con otra a la noche siguiente.
  • b) No le decís ni en pedo que te gusta y te hacés la diva inalcanzable hasta que terminás peteando un negro debajo del puente para hacer lo mismo con otro la noche siguiente.
  • c) Lo mirás a los ojos como si te lo fueras a comer vivo y después te desaparecés rezando para que no se crucen de nuevo.

5) Por una de esas cosas de la vida, terminás sentado en medio de una conferencia sobre arte grecorromano...

  • a) Te fijás por dónde se puede salir y, si no hay salida, te ponés a hacer ruidos que te parecen muy graciosos con la boca y/o los pies.
  • b) Te morís de ganas de agarrar el micrófono vos y hacerte la culta, incluso sabiendo que todos piensan "¿cuándo se callará ese puto!!!???"
  • c) No oís una palabra porque cuando dejaste de ojear y babearte con el último tipo que haya en el lugar, se acabó todo.

6) Vas caminando por Buenos Aires y de repente, ves el Obelisco, lo primero que pensás es...

  • a) ¿ Qué hace este palo en medio de la calle? ¿Será un andamio o un helipuerto?
  • b) Ay, si sho fuera la divina de la Estatua de la Libertad, sha sé dónde vendría a sentarme!!
  • c) Ah, el Obelisco...¿y ése que está ahí parado porqué me mira?? ¿Se dará cuenta? ¡No debería haberme rapado y tatuado a Britney en la nuca!!!

7) Tenés 10 minutos para desayunar...

  • a) Tomás el café en el baño mientras cagás y abrís la ducha.
  • b) Te tomás uno de los 10 yogurths con cereales que tenés preparados en la heladera para estas contingenciás con un pedazo de bizcochuelo que te mandó tu mamá y/o abuela, tía, vecina.
  • c) Decidís no desayunar, así te podés terminar de hacer la paja mirando a los periodistas matutinos, a los programas de aerobics y a las propagandas de aparatos de gimnasia.

8) Te invitan a un restaurant carísimo...

  • a) Te ponés a charlar con el mozo sobre comidas para pasar a fútbol, autos, minas y, quizás, Tinelli, mientras tu acompañante no sabe a cuál de los dos odiar más
  • b) Sabés de qué y cómo está hecho cada plato del menú y pedís el más extravagante haciéndote el francés para impresionar a una loca con más plumas que vos (pero también con más plata)
  • c) Cuando estás llegando, te das cuenta que no existe tal restaurant y que de la persona que te invitó sólo tenés un msn viejo y sin foto.

9) Te gritan "puto" por la calle...

  • a) Te das vuelta con odio y si el que te gritó está muy grandote, te hacés el boludo.
  • b) Te das vuelta con amor y si el que te gritó está muy grandote, le hacés un pete.
  • c) A pesar de que ya deberías estar acostumbrado, te ponés como un tomate y nunca más pasás por ahí...debe ser el barrio.

10) A la hora de hacer el amor, preferís que la luz esté...

  • a) Difusa, porque favorece la imaginación y podés pensar en Angelina Jolie mientras te la chupan
  • b) Encendida, porque querés asegurarte de que el otro te mira a los ojos mientras la chupás.
  • c) Apagada, porque Dios siempre está mirando.

11) Tu cita ideal sería...

  • a) Cenar en algún lugar barato, tomar un par de cervezas y pasar el resto de la noche en un hermoso telo.
  • b) Cenar en un hermoso restaurant, tomar un buen vino y pasar el resto de la noche en su depto o en el tuyo.
  • c) Cenar en la intimidad de tu casa, tomarte media botella de Vodka y que, una hora después, el taxi boy se olvide de cobrarte.

12) Con respecto a la política...

  • a) Tenés poca idea y no te importa mucho, pero hablás del gobierno con tanta autoridad y soberbia que hasta parecés Bernardo Neustadt.
  • b) Tenés poca idea y no te importa mucho, pero hablás del gobierno con tanta autoridad y soberbia que hasta parecés Liliana López Foresi.
  • c) Tenés poca idea y no te importa mucho, pero hablás de la vida privada de los políticos con tanto conocimiento que hasta parecés una vieja cuerera en la verdulería.

13) Si pudieras viajas a cualquier lugar del mundo, irías...

  • a) A donde sea que esté jugando la selección.
  • b) A algún país de Europa Occidental (excepto España) para poder hacerte la re-top cuando vuelvas.
  • c) A algún país muy pobre, donde los taxi boys cobren en cocos y bananas.

Tabla de Resultados


Mayoría de a: Chongo futbolero, panza de asado y vino en caja...No hay duda que lo tuyo son las gomas y el pescado...seguramente, los helados torpedo nunca te gustaron y nunca sabrás la diferencia entre un peine y una peineta...Tu mamá se puede quedar tranquilita con vos porque vas a aburrir y arruinarle la vida a alguna/s mina/s tal como tu viejo la aburrió y se la arruinó a ella.

Mayoría de b: Loca tragasables, panza de pizza y tragos...No hay duda que lo tuyo son los huevos, la carne roja y la leche calentita...el pescado y el chocolate negro seguro te producen arcadas, seguí evitándolos...A tu mamá seguro que no le va a gustar mucho pero al menos le podés decir que ella será siempre la única mujer de tu vida...sin contar a Mirtha, Susana, Cher, Madonna, Barbra, Britney, etc.


Mayoría de c: Loca "bisexual", panza de ostias y vino de oporto...No hay duda que lo tuyo son los saunas y moteles discretos...Seguramente te gusta decir que cualquier colectivo te deja bien, pero a un trolebus no te subís ni que te regalen el cospel...A tu pobre madre no le gustará hacerse la que te cree cuando le contás de tus novias, pero sabe que sólo ella es capaz de creerte.