Cuando escuché Girl Gone Wild por primera vez sólo me quedó resonando el pegajoso “ire-ire-ire” y el resto de la canción se me esfumó totalmente. No me impresionó ni el “hey hey hey” del estribillo ni las subidas de tono de algunos momentos. También era la primera vez que veía el video y aunque me gustó, me inquietaron los elementos de Truth Or Dare y Vogue sumados a las piernas de Madonna estirándose contra una pared ya visto en Give It 2 Me y tantos otros videos. No estaba muy seguro si me gustaba o no ese auto-tributo a pesar de que me encante el pasado –especialmente ése glorioso pasado- de Madonna.
Por ser lo nuevo de mi artista
favorita y quizás también por lo erótico o lo sensual me terminó enganchando y
lo empecé a ver cada vez con más ganas. Y ya sé que cualquier cosa que escuchás
varias veces se te termina pegando, más si es un hit pop. Pero hay un límite de
hasta dónde te engancha una canción o un video. Se te pega un tiempo y después
se te va casi sin darte cuenta. Sólo unas pocas canciones logran pasar un
cierto número de repeticiones en tu cabeza para después quedarse para siempre
dentro tuyo e ingresar a tu top ten personal y convertirse en algo más.
Y no es que Girl Gone Wild sea un
temazo ni tampoco el mejor tema de Madonna. Por cierto que no lo es. Pero así
como escaló lento los rankings mundiales también tardó un tiempo en convertirse
en un temazo para mí. Porque después de unos días me dí cuenta que Girl Gone
Wild es más que un nuevo Vogue. Sólo repite la fómula pero la esencia es
diferente. Girl Gone Wild es la síntesis de porqué amo a Madonna.
Vogue fue un momento de Madonna
¡Y qué momento! Fue una Madonna. La Madonna glamorosa,
prolija, perfecta, correctísima, fría, arrogante y despectiva. La Madonna que terminó de
clavar el flechazo mortal a sus fans (y que aún hoy en día sigue flechando).
Era la Madonna
número uno consciente de serlo (y, sólo por éso, seguramente para la historia
–y dejando de lado números de ventas, calidad artística, popularidad y muchas
otras razones, que por demás le sobran- Vogue será siempre su tema número uno).
En Vogue estaba la Madonna superstar. No estaba la Madonna
alegre, ni la transgresora, ni la romántica, ni la ingenua, ni la sensual, ni
la sonriente, ni la humanista, ni la política, ni la visionaria (tampoco estaba la kabbalista ni la activista hollywoodense, por suerte).
En Girl Gone Wild hay varios
guiños para fans y auto-tributos, está Vogue, Truth Or Dare, Erótica,...pero
está también la Madonna
que hace tiempo –quizás desde el 2001- no veía en ningún video. Y en ninguna
canción.
Lejos de todo el espiritualismo kabbalista
denso, el me arrepiento-no me arrepiento que viene desde Human Nature, el
mesianismo hueco de I`m Going To Tell You A Secret, lejos de todas las
explicaciones totalizantes, en Girl Gone Wild Madonna vuelve a ser humana. Y no
estoy hablando del humanismo simple de la letra, de aceptar los impulsos
salvajes sin moralizar ni concluir más que un común “girls they just wanna have
some fun”. Más allá de las obviedades, en Girl Gone Wild se oye una chica
alegre cantando con ganas. Una chica –sí, con sus 53 años- que canta con voz
alegre y baila desaforadamente una coreografía más complicada y enérgica que la que bailó a los 32. Y a los 53 años debe ser más difícil todavía
transmitir alegría con la voz que tener estado físico para hacer una coreo con
tacos y abrir las piernas 180 grados.
Pero incluso más difícil aún es
lograr transmitírselo a alguien a quien ya se lo transmitiste una vez, hace ya más
de 10 años, y al que luego “abandonaste”.
Porque no la ví así en Hung Up ni
en Sorry. Ni en 4 Minutes ni mucho menos en American Life. Desde Music y Don`t
Tell Me, allá por el año 2000, ninguna canción de Madonna me había transmitido
lo que me transmitieron alguna vez en su momento Into The Groove, Papa Don’t
Preach, Like A Prayer, Secret, Ray Of Light o la misma Erótica, por mencionar
sólo singles y sólo algunos. Hubo algunas perlitas, seguro. Está Give It 2 Me.
Está Love Profusion. Están esas que le gustan a uno y sólo a uno, como
Intervention, Push o Dance 2night en mi caso. Pero faltaba en primera plana esa
Madonna juguetona, alegre y -sobre todo- humana, que está en Girl Gone Wild de
nuevo. Esa Madonna que no le gusta a casi ningún hombre (ni mujer) heterosexual
occidental y no porque baile con una tropa de gays en tacos sino porque es la
encarnación de la mujer contenta con su sexualidad. Una mujer que ni los
griegos clásicos imaginaron a pesar de
las incontables ideas de mujer que pensaron.
Seguramente del 2001 al 2008,
Madonna hizo mucho más de lo que podía esperarse de una estrella pop de su edad
y trayectoria. Seguramente atrapó nuevos fans. Y seguramente ganó más dinero
que nunca antes y esforzándose mucho menos que antes (y no porque no se
esfuerce sino porque la experiencia le ahorra desgastes). Tranquilamente podría
haber seguido por ese camino y aburrirme cada vez más, pero sea por su espíritu
artístico, por su nuevo desengaño amoroso, por su perpetuo contacto con gente
joven o por exigencias de contrato, ahora ha vuelto a ser una mujer que se hace
preguntas, que las deja sin respuesta, que se reconoce humana, que incluso
intenta ser visionaria sin tener la más mínima necesidad de serlo pero, sobre
todo, que transmite alegría mientras plantea interrogantes.
Creo que no le hacía falta
recurrir a las imágenes eróticas que ya usó en otras épocas para volver a
lograr eso. Lo podría haber logrado con una canción o video que no toque al
sexo ni por la tangente. Pero bueno, como broche de oro, lo hizo con una
canción que recupera aquellos buenos viejos tiempos sexuales y transgresores
que tanto irritaban a alguna gente en las épocas en que sólo Madonna se atrevía
a hacer las cosas que hoy en día hacen prácticamente todas las cantantes pop.Y no porque la admiren o quieran imitar o superar ni por que confían en la fórmula madonnesca para obtener el éxito comercial sino simplemente porque Madonna les abrió el camino en 1984 con Like A Virgin (o en 1983 con Burning Up, si se quiere) y desde entonces despejó todos los obstáculos.
Girl Gone Wild entra así, lenta
pero segura (como todo el MDNA), en la lista de las canciones más importantes
de mi vida. Casi la consideraría la obra maestra de Madonna si no fuera porque
no quiero dejarme llevar por mis sentimientos de fan abandonado que se
reencuentra con su artista. Sé que se me va a despegar como se me despegaron
todas las otras canciones que amo, pero también sé que se quedará como se
quedaron todas las otras.
Pero en éste momento, todavía no
se me ha despegado.
Ayer compré la entrada para el
concierto y ya estoy esperando con ansias el momento de corear ese tema
mientras la diva ejecuta las piruetas que tanto le sorprenden a la prensa o a
la gente que sólo ve en Madonna una cantante o una bailarina o una celebridad
importante.
Ya la ví en Buenos Aires, en una
época que para mí no fue de las mejores pero sólo pensar que la voy a ver acá,
pisando mi ciudad, y con todo este sentimiento de reencuentro, me llena de
éxtasis.
Dicen que el 21 de Diciembre se
acaba el mundo, justo un día antes del concierto en Córdoba. Probablemente no
se acabe (y si se llega a acabar, lo busco a Dios y lo mato) pero veo que los mayas tenían
razón. Es una época de acontecimientos grossos y yo, al menos, ya sé que va a
ser una de las más felices de mi vida.
Sabía que tu próximo posteo sería sobre Madge...
ResponderEliminarWiiiiiiiiiiiiiii... Confirmó en Córdoba!!! (seguro Dios, o quien sea, prorrogará un día más el fin del mundo, The queen deserves!!!)
Geraldo
Rubio, te tomaste tu tiempo en re aparecer pero la verdad este post sobre Madonna me llevó de vuelta a sus brazos!!! Nunca nada mejor que una autoridad indicando, guiando, y eso has sido vos en este y muchos temas, así que no te pierdas!! De Pablore desde Santa Fe un abrazo!!
ResponderEliminarParecés un chongo hablando de su equipo de fútbol favorito.
ResponderEliminarLa verdad que Madonna no me gusta mucho, salvo sus videos. Son obras de arte con todas las letras. Pero a ella no la banco mucho. Demasiado creída. Igual después de leer tu post me gusta un poquito más.
Nunca la ví como vos la ves, supongo que es porque la agarré empezada y vos la agarraste cuando ella empezaba (y no,no te estoy diciendo viejo, rubio sensible)
A mi sí me gustó la canción desde la primera vez que la oí y me emocioné como niño de 14 años viendo a su idola en persona, aunque realmente sólo la estaba escuchando por youtube, cuando salió el video (sólo audio) aún no saliía con todo y bailarines en tacones, después de eso me gustó aún más, para mi tal vez la mejor canción del disco en cuanto a ritmos, en cuanto a letra quizá la de superstar.
ResponderEliminarmadonna está haciendo cosas porque teme perder ser madonna. porqué tendría miedo madonna de perder ser madonna, si ya es madonna? no es invento mio que se siente en jaque por la lady who. ella dice "shes not me" luego de cantar "express this way". yo no pagaria para ir a ver a una persona que tiene miedo de perder lo que ya es. aunque si pagaria para ir a ver una persona que siendo así gana lo que gana, porque hasta ahora conozco mucha gente, pero que lo hace gratis. de todos modos no puedo ir quiera o no quiera. que mal. pero bueno ya lo superaré.
ResponderEliminaryey ey ey ey e e e ey, me pongo wild, wi wi wild
el dia que venga voy a ser el unico conectado en manhunt, el boton siguiente va a estar deshabilidado, asi que algo fuera de lo común voy a ver ese día de todos modos
Pablito: Gracias, te me perdés con tus cambios de blog nene :p
ResponderEliminarIván: La boca se te haga a un lado!
Isaac: Usted es un chico exquisito y con buen gusto.
Guille: La Lady Who es lo mejor que le pudo pasar a Madonna, gracias a ella los pendejos hablan sin parar de la abuelita y más de uno terminará siendo de sus fans más acérrimos, sobre todo cuando a la Lady Caca se le acaben las ideas robadas y desaparezca por el mismo camino que siguieron Kylie, Cindy, Janet, Britney, Cristina, etc, etc, etc.
No me extrañaría nada que sea la misma Madonna la que la produce a la Gaga.
http://www.cristinaperez.info/notas/madonna-esa-chica
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