viernes, 6 de junio de 2008

La Amiga Hetero


Yo no creo en la amistad entre el hombre y la mujer...salvo, claro, que el hombre sea gay.
Tampoco creo que una mujer pueda estar completa si no tiene un amigo gay.

Todas las mujeres que conozco tienen uno...o al menos un peluquero al que van siempre.
Y es algo que escapa a las modas, porque se lo ve en todas las épocas, aunque en la nuestra se haya vuelto re "cool" tener un amigo gay (aunque no tanto un padre, un hermano o, mucho menos, un hijo).

Hay gente que dice que el secreto de la amistad entre un gay y una mujer pasa porque el gay adora a las mujeres...pero conozco muchas locas que son más misóginas que San Pablo y no soportan que haya mujeres cerca de ellos en ningún lado.
Otros dicen que a la mujer le gusta tener relación con un hombre con el que no siente tensión sexual...sin embargo, la tensión sexual siempre está, incluso aunque se compartan los tacos altos o el rimel .

Quizás la idea más acertada sea la de que, hasta cierto punto, es una amistad sin competencia.
Una loca no puede robarle el novio a su amiga hetero ni tampoco la amiga hetero puede robarle el novio a su amigo gay. Claro que existen casos especiales, pero si ocurren, quiere decir que el novio de la chica no era "tan" hetero ni el novio del chico era "tan" gay.

Además, es difícil que una loca juzgue a su amiga.
La amiga hetero, invariablemente, suele caerle a su amigo gay con las historias más locas por las cuales su madre o cualquier amiga mujer sana de juicio le pegaría el levante de su vida:
"Me gasté la plata del alquiler en la super-liquidación verano", "Voy a viajar a Tomboctú a conocer al chico con el que chateo", "Corté con Gonchi porque mi astróloga vió una sombra en su aura", "Le pagué a un analista de sistemas para que consiga la contraseña del mail de Gonchi", etc.; son algunas de las muchas frases que todas las locas con amigas heteros escuchamos alguna vez.

Además, las locas somos los únicos seres masculinos que nos percatamos si una mujer se rebajó las puntas, si cambió de lila a violeta o si sus botas son de cuero legítimo o imitación.

Del otro lado, las mujeres son los únicos seres con los que una loca puede trabar amistad fácilmente. Con los hombres, sean hetero o gay, es más difícil y está el riesgo de enamorarse o que pase algo peor. Con una mujer, se puede hablar más distendidamente, sin temor a que se malinterprete lo que uno dice ni que nos pidan plata para que les hagamos un pete.

Para muchos, la amiga hetero de un gay es una perra loca que tiene sexo 3 veces por día y 6 veces por noche, y se despierta siempre sobre un colchón de colillas de cigarrillo empapadas de vodka, con el maquillaje corrido y el corpiño colgando del picaporte o de la lámpara de la mesita de luz.

Sin embargo, existen toda clase de amigas heteros: están las locas, las monjas, las perras, las santas, las buenas, las lesbianas, las casadas, las que se quieren casar, las que quieren tener hijos, etc.

Aquí hay 7 tipos de amigas heteros que agrupan a algunas que conozco y conocí.

La Madre: Siempre la mamá es la mejor amiga de toda loquita. Y en el caso de no tener madre, siempre se encuentra alguna madre putativa (tía, abuela, vecina, empleada doméstica, maestra, etc.). Generalmente, es la primera mujer en tu vida que te quiere y la primera a la que querés porque le podés usar los tacos y el maquillaje.
Pero lo que más atrae de esta primera amiga hetero es su espejo.
Todas las madres tienen un espejo (o varios, de diversos tamaños) instrumento sin el cual quizás no existirían los gays. La necesidad de usar el espejo hace que todas las loquitas se suban a la cama de la mamá y reciban y den los mimos protocolares para después poder mirarse en el espejito durante horas mientras ensayan caritas seductoras a los 3 o 4 años.

La presta-muñecas: A ésta se la puede conocer en el barrio, en la escuela, en la casa de una prima, en inglés o francés, en la clase de danza española que sigue a la de tae kwon do que te obligan a ir, etc. A uno no le importa de dónde venga, lo que importa es que, cuando vas a su casa, podés tocar con tus manos a la Barbie Crystal o peinar a un Pequeño Pony mientras ella se pinta corazoncitos blancos y rojos en los cachetes con el set de Tammy.
Con suerte, también tenga las cartas de She-Ra o una careta de la Mujer Maravilla.
E
l problema de esta amiguita es que, a tan tierna edad, suele confundirse y les dice a todos que sos su novio. La muy desubicada es capaz de pedirte jugar a la mamá y al papá, pero bueno, son amistades que, afortunadamente (o lamentablemente), duran tan poco como la infancia.

La compañera de grupo: En el colegio o en la facu, siempre hay una chica con la que nos juntamos a estudiar o a hacer los trabajos grupales porque con ella siempre nos sacamos 10.
Esta amiga hetero suele ser increíblemente traga y no razonar nada de lo que lee. Gracias a ello, podemos ahorrarnos el agotador ejercicio de leer y quedarnos con el de orientar hacia alguna conclusión sintética los contenidos que se devora. Lo único que hay que soportarle es su constante y fatalista convicción de que seremos aplazados y jamás podremos entender cómo obtener el coseno partiendo de la tangente o el papel de la pequeña burguesía en la revolución francesa. A veces incluso hay que aguantarle llantos y pataleos, pero vale la pena.
Otra de sus características es que, por A o por B, suele ser odiada por todo el mundo. Además, se siente fea y se comporta y viste como tal... hasta el día en que termina de estudiar y se transforma en un minón y todos se acercan a ella a través nuestro.

La compañera de joda: A ésta se la puede conocer en algún boliche o puede ser la misma con la que jugábamos o estudiábamos, dependiendo de si la seguimos viendo y de que siga soltera.
Generalmente tiene fama de p*ta, pero sólo nosotros sabemos que con suerte tiene sexo algún que otro Domingo con algún que otro huesito o levante del sábado o viernes anterior.
El secreto de la intensa y divertida unión con esta amiga hetero es, por supuesto, el alcohol. Una vez que se consume el volumen requerido por ambas partes empieza el fiestón, donde sea que estén. En cualquier boliche, gay o no, puede verse la típica parejita de la loca con su amiga loca bailando como si fueran Britney y Justin y rodeados de viejos y gordos babosos y más alcoholizados que, si no se la levantan a ella, terminan vomitando en el asiento trasero de él.

La torta: La única centrada de todas las amigas de un gay, la torta siempre quiere convertir a su amigo gay en un macho futbolero, centrado y orgulloso.
Suele darnos clases sobre marcas de autos y recetas de preparación de licores, quizás con la intención de que algún día seamos un Barman con un Mercedez en el parking.
Cada cierta cantidad de horas nos pregunta: "¿Pero cómo puede ser que no te guste una mina???", o nos dice, con el mismo tono de un juez inglés: "El cuerpo de una mujer es más estético que el de un hombre". También hay veces que, después de tomarse una caja de vino Pico de Oro, sin ni siquiera usar vasos, nos dice: "¡Nada como un buen par de tetas, loco!".
Sacando su inevitable machismo, suele ser la mejor amiga, lo cual demuestra que las locas no nos acercamos a las mujeres sólo para robarles ropa o el lápiz labial, porque ni en pedo nos pondríamos lo que usa nuestra amiga torta (y ella ni en pedo se pintaría los labios, claro).

La soltera caza-maridos: Esta es la que más abunda porque, hoy en día, gracias a que desaparecieron los matrimonios arreglados, no hay mujer que no atraviese esa etapa de soltera desesperada. Es la que nos llena la casilla del mail con cadenas de la Virgen, San Fulano y otras brujerías (que si no los reenviás te pasa algo malísimo), la que nos llama y manda mensajes cada vez que corta con un tipo (sea la hora que sea), la que todos los días habla de empezar el gym o la dieta juntos (salvo viernes y sábados a la noche).
A veces da miedo ir a su casa porque no sabemos si nos vamos a encontrar con que destrozó el lavarropas a patadas porque "No me responde los mensajes" o con que se compró un jabón de lavar la ropa importado de Turquía con la plata para pagar el agua. Quizás incluso un día le caemos y nos recibe un perrito pequinés ladrando con furia o un gatito precioso que cuando crezca será horrendo porque "Sé que jamás podré ser madre".
Por extraño y contradictorio que parezca, a esta amiga le encanta acompañarnos a lugares exclusivos para gays, mientras nos dice "No sé qué pasa pero no encuentro a mi hombre. ¡Estoy maldita!".

La Casada: Esta es la amiga que desaparece durante un tiempo y cada vez que la volvemos a ver está llorando y a punto de abandonar a su marido o "decirle que se vaya".
Al principio la escuchamos y nos ponemos locos...queremos ir a denunciarlo y llevarla a ella a un hotel barato hasta que ese "bestia" que deja las toallas mojadas en la cama y jamás guarda la caja de la leche en la heladera esté tras las rejas. Después pasa el tiempo y mientras ella derrama lágrimas y chilla como lora que se va a divorciar, le decimos "Bueno, ya verás cómo arreglarlo" o "Tenés que dejarlo hasta que se resuelva esa situación".
Más adelante, sólo la escuchamos cortésmente mientras sorbemos mate o comemos una factura al tiempo que ella tiene espasmos de sollozos y se tira al suelo arrancándose los pelos con las manos asegurando que lo va a matar. Finalmente, nos dice que no lo deja porque "quién me va a dar bola a esta altura de mi vida". Pero una vez que dice eso, acaba dejándolo y aparece más linda y feliz que nunca, llamándonos todos los días para ir al teatro, al cine, a comer, al casino, a bailar, a caminar por el parque o al Machu Pichu de mochileros. Igualmente, tampoco tiene mucho tiempo para nosotros porque no da abasto con todos los tipos que la buscan.
Por supuesto, jamás aprende de esta experiencia y se vuelve a casar. Al parecer es feliz así.

3 comentarios:

  1. jaja, muy culiado.. posta que es asi .. en muchos de los casos. Tengo una amiga, mi amiga del alma... la muy culiada me hizo estudiar toda la facultad... despues de terminar (ella claro ) la muy puta bajo veinte kilos, esta divina y se come cualquier cosa con patas. Asi que para todas las gorditas tragas... SE PUEDE! SE PUEDE !

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  2. Me encantaron estas dos notas la de la pitonisa y la de la amiga hetero. Me sentí identificado con las dos. Creo que mis amigas concuerdan perfectamente con los distintos estereotipos que describís, algunas tienen mas de uno,van pasando por las distintas etapas y lo que es peor algunas en simultáneo. Pero coincido plenamente, no me imagino la vida sin ellas, las adoro, porque además fueron siempre las personas que más me apoyaron en mis decisiones. El otro día me mandó un sms una para juntarnos a charlar porque hacía muchos días que no nos veíamos (15 días, jaja) y yo algo le había adelantado y me dice "ay, me imagino que te estárás mordiendo la lengua por contarme" como si tuvieramos la misma necesidad femenina de contarnos todo como lo hacen ellas. A mi me encanta contarles cosas pero no lo siento como una necesidad fisiológica,ellas sí, pero las adoro. Amo a mis amigas hetero. Besitos, muy lindo el blog. Nicolás

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  3. Me doy cuenta que soy una perfecta compañera de grupo (extrañamente con rasgos de amiga torta)

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