sábado, 18 de diciembre de 2010

Eat My Ass


Hace unos cuántos años, explorando las infinitas posibilidades sexuales que ofrece Internet, entré a una sala de chat para Amos y Esclavos. Era un chat norteamericano y, por lo tanto, estaba lleno de yanquis, uno más gordo que el otro. Si algún zurdo o algún amante de los vegetales quisiera hacer una buena propaganda contra McDonald’s, le recomendaría mostrar un par de fotos de aquellos tipos. Eran el efecto de la comida chatarra expresado en carne y grasa viva.


Pero bueno, como me interesaba descubrir de qué se trataba aquello de la disciplina y los esclavos sexuales, me puse a chatear.


Por supuesto, me hice un perfil falso, diciendo que vivía en Detroit o algo así y hasta puse la foto de algún modelo, para recibir más privados. También con la idea de que me hablaran muchos, decidí poner que mi rol era el de “amo” porque sospechaba que éso atraería más que declararme “esclavo”. Y no me equivoqué, casi toda la sala me mandó un privado con las típicas frases de “what’s up” o “hot”. Para iniciar una conversación, las locas de allá son igual de originales que las de acá.


La cuestión es que la mayoría de los esclavos que me hablaban querían saber todo lo que yo les haría para saber si elegirme o no como amo. Aquello me pareció bastante ridículo ya que, siguiendo cualquier criterio medianamente lógico, es el amo el que debería elegir al esclavo ¡Cómo se reirían los mercaderes de esclavos del imperio romano si supieran que ahora hay un mercado de amos! Aunque quién sabe, quizás los esclavos de aquella época también elegían a su modo. Hoy en día la moda en Historia es desmitificarlo todo y seguramente hay o habrá algún estudio del poderoso y decisivo habitus de los esclavos en la antigüedad (aunque dudo que un galo capturado por Julio César tuviera muchas opciones).


De todas formas, las cosas eran así en este chat. Los esclavos eran los que exigían a los amos demostrar su capacidad de amos. Es decir que, a fin de cuentas, estaba en una sala llena de pasivas calentonas buscando un activo masculino, como son todas las salas de chat gay, sólo que pintadas con el colorcito pseudo-sadomasoquista de amo/esclavo.


Y por fin, entre todas las gordas y viejas, me habló un pibe medianamente lindo. Quizás era otro con perfil falso como yo, pero no importaba. Ya que estamos mintiendo, mintamos con alguien que mienta lindo. Después de contarme varias cosas que le gustaban (de las cuales, una de las más light sería oler medias sucias) me preguntó qué le haría. Y ahí dejé volar mi imaginación, convirtiéndome en un proyecto de nazi durante unos minutos. Sí, lo iba a encerrar en una jaula diminuta, lo iba a tener sin comida durante días, le iba a pegar con un látigo en la cola, etc.


El tipo estaba entusiasmado con lo que le decía y me preguntó si tendría sexo con él y qué haría exactamente.


Yo, en mi papel, comencé a decirle todas las cosas que, típicamente hace un activo. Y guiado también por la lógica (mi lógica) supuse que un activo “amo” tenía que ser el colmo de la masculinidad y lo viril. Por eso, una de las cosas que le haría sería chuparle la cola. Ahí, de golpe, me paró la charla y me dijo “rimming?”, Y yo, iluso, le contesté, “yes, of course”. “I’m sorry”- me contestó – “but I think that rimming is not a master’s practice”. Y acto seguido, me cerró la ventana.


Por supuesto, durante unos segundos, me enojé y lo puteé mentalmente. “Pero ¿quién se cree esta loca para cerrarme a una ventana de chat???” pensé, embroncado. Y después me consolé pensando “Qué cerrado de la cabeza, pobre tipo. Así no va a disfrutar nunca de nada”. Luego le deseé una muerte lenta por leucemia y, ya más contento y tranquilo, seguí con mi vida.


Pero más allá de mi bronca espontánea, así fué como supe algo que después comprobé más fehacientemente: chupar la cola no tiene el mismo significado en la tradición nórdica que en la tradición latina. Si bien estoy seguro que tanto en Islandia como en Italia hay locas que chupan o se dejan chupar la cola sin ningún problema, la idea de sumisión que existe en la práctica del sexo oral se extiende, a veces, al rimming.


Es decir, cuando se trata de chupar una pija, está bastante claro en casi todas las culturas (por no decir todas) quién es el sumiso y quién es el sometedor. Un hombre que le chupa la pija a otro hombre, se está sometiendo. Habrá quizás algún fetichista que le guste atar a otro para chupársela, pero lo que sería la práctica “normal” del sexo oral, dentro de una sociedad patriarcal, implicaría un dominador y un dominado. En la misma Roma estaba penalizado practicar sexo oral a un esclavo o a un ciudadano de menor jerarquía aunque no había ningún problema si un esclavo realizaba sexo oral a un amo. Y esta legislación depende de una lógica mental que aún hoy está presente en la cultura occidental (y quizás también en la oriental): el hombre (o mujer) que la chupa, se inferioriza, se somete, es decir, se esclaviza.


Por éso es que acá en Argentina decimos “chupámela” o “chupáme un huevo”. Esos términos no sólo implican desprecio hacia el otro que, supuestamente, nos la va a chupar, sino que exaltan la propia masculinidad o virilidad que, en este caso (como en muchos otros) significa superioridad. Significa ser amo.


Pero, curiosamente, acá nadie dice “chupáme el culo”. En cambio, en Estados Unidos existe el “eat my ass” que tiene prácticamente la misma significación del “chupáme la pija” argentino. Es decir, allá chupar el culo es inferiorizarse, es someterse. Es una práctica propia de un esclavo y no de un amo. En cambio, acá en Argentina, la mayoría de los pasivos prefieren cien veces a un activo que chupe la cola a uno que no. Y creo que no es sólo porque éso supone una mejor lubricación sino porque no existe acá esa idea de que chupar el culo sea una práctica propia de un ser inferior. Más bien, al contrario, uno tiene la idea de que si a un tipo le gusta chupar la cola, es porque es activo. Y ser activo supone, también, ser superior, porque supone ser hombre o cumplir con el rol de hombre.


Por supuesto que en la práctica las cosas son diferentes y seguro hay gente que hace de todo. Pero si hablamos de las ideas que operan o dan sentido a las prácticas sexuales, es interesante ver cómo dependen más de la cultura que de lo físico. Y éso que son prácticas estrictamente físicas.


Recuerdo una vez que un chico me dijo “me gusta que me chupen la cola pero, si me lo hacen, después no me gusta que me besen”. Y claro, éso es un poco más lógico y más comprensible desde el punto de vista físico. De hecho, la posición inversa también sería perfectamente lógica: si a alguien le gustara sentir el mal aliento del otro en la boca, entonces con todo gusto esperaría un beso en la boca después del “beso negro”. Y ahí no hay ninguna idea social de superior o inferior, sólo hay un imperativo físico-gustativo.


Pero más allá de las conclusiones lógicas (que no hacen más que repetir las típicas premisas de “el mundo es diverso”, “cada persona es un mundo”, “en gustos se rompen géneros”, etc) yo me pregunto de dónde vienen estas ideas sobre qué es una práctica sexual propia de un amo y qué es una propia de un esclavo. ¿A quién se le ocurrió por primera vez que chupar una pija es degradante y chupar una cola no (o sí)? Es decir, ¿de dónde sale la idea de que chupar una pija o una cola te convierte en un ser inferior?


La respuesta más tentadora es el machismo, pero aunque seguro tiene mucho que ver, no lo explica todo.

Ignoro cómo cogían los sumerios y los egipcios, pero parece que los griegos no tenían tantos reparos ni preconceptos sobre el sexo oral ni sobre ninguna otra práctica sexual. Aunque hubieran, en cierta forma, dominadores y dominados dentro de la famosa relación de los erastes y erómenos, el poder tenía más que ver con la edad y el rango social que con lo que pasara en la intimidad de la pareja. Es decir, no importaba mucho quién se la chupaba a quién ni quién se lo cogía a quién. Al menos, no ha quedado ningún dato que probara que eso importara, lo cual es diferente en Roma, donde sí habían leyes punitivas contra los que la chupaban y practicar sexo oral era claramente una práctica degradante.


Y tanto los griegos como los romanos eran tan o más machistas que nosotros, así que o esperamos que aparezca alguna fuente griega reveladora de que el griego que la chupaba era inferior o buscamos otra respuesta que supere al machismo.


El marxismo invitaría a pensar al sexo como una relación de poder. Es decir, del sexo oral ¿quién se beneficia? Pero esta pregunta no tiene respuesta. Teóricamente, el mayor beneficiado es el que recibe el sexo oral porque es el que siente placer. Pero el que realiza el sexo oral también puede experimentar placer.

Uno pensaría que el que recibe sexo oral experimenta placer psicológico al sentir que está sometiendo a otro y placer físico al ser estimuladas sus partes erógenas. Pero el que realiza sexo oral también puede experimentar placer psicológico sintiéndose sometido y puede llegar al orgasmo hasta quizás sin necesidad de tocarse. Es decir, que ambos obtienen un beneficio: a uno le gusta que se la chupen y al otro chuparla. El marxismo queda, entonces, descartado.


Encima, si vamos a la vida real, lo que impera no es la relación de poder sino la versatilidad. Por mucho que le podría pesar a Marx -si se hubiera dedicado a estudiar a la homosexualidad- es raro encontrar a un gay puramente activo o puramente pasivo. Sí, es muy fácil encontrarlos de la boca para afuera (sobre todo en un chat). Pero en la cama, la mayoría hace de todo. De hecho (y espero que Karlitos no se esté revolcando en su tumba) la mayoría de los gays prefieren la versatilidad. Pueden tener mayor inclinación hacia un rol que hacia el otro, pero la mayoría son pura barbarie comunista que adora el 69.


Es decir, en lo que respecta a las relaciones sexuales, parece que estamos en el primer estadio marxista: uno coge lo que puede, no lo que quiere. Si te toca un pasivo, serás activo. Si te toca un activo, serás pasivo. Si te toca un amplio, serás amplio. Y así.


Hasta que se inventó la agricultura, el hombre no tenía tanta necesidad de esclavos y comía lo que podía cazar y recoger en su ambiente natural (y no estoy intentando ningún mensaje subliminal con estas palabras). Hasta que se invente algo parecido a la revolución agrícola-ganadera en el plano sexual ¿los homosexuales seguiremos levantando y cogiendo lo que se pueda en el ambiente (léase chats, boliches, saunas, parques, etc.) sin preocuparnos mucho por quién se inferioriza y quién no?


Por supuesto que éste no es un tema preocupante ni urgente. Aunque el Papa y los testigos de Jehová no estén de acuerdo, nadie se va a morir por chuparla o no chuparla. Pero quizás sí es un tema importante a nivel personal, es decir, quizás es importante saber porqué, de golpe, te gusta chupar una pija o tenés ese deseo. O chupar una cola. O que te la chupen. ¿Te da placer? ¿Te sentís inferior? ¿Te sentís superior? ¿Tenés ganas de sentirte superior o inferior? ¿Te da lo mismo? ¿Te gusta el sabor? ¿No te gusta? ¿Lo hacés porque todos lo hacen? ¿Lo hacés para retener al otro? ¿Creés que te vas a ir al infierno por hacerlo? etc.


Yo creo que uno casi nunca se hace esas preguntas. Más bien, uno va inconscientemente realizando todo tipo de prácticas sexuales (hasta donde se atreve) sin pensar mucho en su significado real o en si realmente obedecen a un deseo propio. Pero, sobre todo, lo que casi nunca nos preguntamos es de dónde viene ese deseo (quizás porque la respuesta está más en el inconsciente, pero de psicología sé poco, aunque la ansiedad oral también debe tener que ver con el tema).


Y, repito, no es un problema tan urgente como el hambre o la enfermedad o la última cirugía de Madonna (¡Por Dior, qué mal quedó! Espero que sea sólo hinchazón). Pero si uno conoce esas respuestas, si uno es consciente de lo que le gusta y porqué le gusta, es probable que el sexo se disfrute mucho más que cuando es una mera práctica inerte, repetitiva y calcada de alguna porno.


A fin de cuentas, el “esclavo” que me cerró la ventana cuando supo que yo le iba a chupar la cola, tenía razón. Quizás se esté limitando pero, al menos, es consciente de ello. El quiere un amo de verdad, y un amo de verdad no chupa la cola, al menos en los países nórdicos. Está bueno saber lo que te gusta y ser coherente con ello.


Ojalá que no le de leucemia.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Crisis de los 30

Cuando cumplís alrededor de 30 años te das cuenta que existen dos grandes clases de personas en el mundo: los que disfrutaron su adolescencia y los que no.


Los primeros suelen estar gordos, arrugados, mal vestidos y, por supuesto, casados y con hijos o, al menos, en pareja estable (y, seguro, aburrida) con alguien. Los segundos suelen estar luchando contra el tiempo con todo lo que tienen a su alcance (gym, dieta, cremas, cirugías, psicólogos, psicofármacos, yoga, religiones orientales, tarot, brujería, etc) y saltando eufóricamente de una pareja a otra (o, más bien, de una cama a otra).

Y, por supuesto, publicando en el Facebook miles y miles de fotos aburridas de sí mismos y su entorno, acompañadas por frases melosas que ni a Arjona se le ocurrirían.


Y claro, los gays entramos casi todos en la segunda categoría, ya que es difícil encontrar un gay que la haya pasado bien en su adolescencia.


Incluso aquellos que la pasaron bien o que la disfrutaron (hasta donde pudieron), la pasan mejor después de los 20 años, cuando por fin pueden hacer la vida que les gusta y desearon siempre, es decir, cuando por fin pueden comerse todas las pijas que siempre quisieron (o, al menos, intentarlo).


Quizás algún hetero saltará diciendo que tampoco tuvo una adolescencia fácil.


Y seguro puede ser así, pero hay ciertas cosas que sólo las locas sufrimos cuando somos adolescentes. Y no hablo sólo de la hora de gimnasia, cuando te elegían al último al armar un equipo de fútbol (o ni te elegían) o cuando tenías que tragarte la timidez y sacarte la remera para jugar “chombas contra cueros”.

Tampoco me refiero solamente a que te tuvieran de punto todo el tiempo para rebajarte, insultarte, golpearte, escupirte, dibujarte comiendo pijas en los bancos y en el pizarrón, tirarte chicles en el pelo, quemarte con cigarrillos y robarte la cartuchera dos o tres veces por semana.


Me refiero a cosas más importantes, como, por ejemplo, no poder pasarte una noche entera llorando y escuchando Laura Pausini (bueno, yo fuí adolescente en los 90) sólo porque habías cortado con otra noviecita (o porque te habían cortado al enterarse que habías tranzado con otra). Como mucho, podías vivir los romances ajenos a través de las tonteras que contaba alguna amiga o que leías en su diario íntimo, con o sin permiso.


Tampoco podíamos ir a un boliche y bailar/levantar/tranzar con todo aquel que quisiéramos (bueno, tampoco es que en un boliche gay se pueda hacer lo mismo tan fácil, pero al menos está la posibilidad y no la prohibición), sólo podíamos mirar de reojo a los chongos más lindos y fingir que estábamos detrás de alguna boludita de otro curso.

Hasta podíamos fingir y tener una noviecita, real o imaginada, por ahí y después llorar cuando escuchábamos a una loca más closetera que nosotras cantar la climatera frase “...fuego de noche, nieve de día...”.


Pero era fingido. Y por mucho que uno disfrute las mentiras y los fingimientos, nada se disfruta más que la verdad y lo real.


Por éso es que la adolescencia del gay suele ser, a veces, una enorme representación teatral donde nunca somos realmente nosotros mismos y donde nos acostumbramos a las mentiras y al fingimiento y hasta, quizás, les agarramos el gusto.


Y cuando termina esa larga representación, empieza –para algunos- la vida real. Empiezan las salidas a lugares gay, el juntarse con gente gay, el encamarse con otros gays, el formar pareja con algún gay, el meterle los cuernos con otro gay, el llorar porque nos dejaron por otro gay y etc gay.


Y es entonces que con veintipico de años encima nos largamos a vivir esa estúpidamente vana y romántica adolescencia que nunca pudimos tener. Pero después de los 20, las cosas ya no tienen el mismo sabor a desconocido ni uno tiene el mismo entusiasmo quinceañero. Las bolas de espejos y los rayos lásers nos parecen huevadas de las más grandes y la música a todo volumen comienza a molestar tanto como el humo del cigarrillo.


Y aún así empezamos a salir como nunca antes, porque ahora realmente estamos entre tipos que, en teoría (una graaan teoría), tienen nuestros mismos gustos sexuales y no una extraña y a veces incomprensible fijación por la vagina y las tetas.Ahora, en teoría, estamos viviendo en serio.


Y salimos y salimos y no dejamos de salir, como adolescentes alterados. Luchamos contra la grasa y las arrugas, contra el cansancio físico y psicológico y, también, contra la amargura y las decepciones. Y vivimos una nueva representación teatral pero esta vez con más tiempo en el camarín, con más sesiones de maquillaje, más vestuario y más trucos de luces, porque sabemos que hay mucha competencia y que es raro que alguien se quede mucho tiempo sentado mirando la misma obra.


Sí, ya sé, es una exageración. Hay mucho más en la vida que la actuación.


Pero fíjense alguna vez que vayan al teatro lo que pasa con el público cuando termina la función y se prenden las luces. Muchos aplauden y se van inmediatamente. Pero a otros les cuesta más salir del teatro. Siempre están los que se quedan gritando “¡otra!¡otra!”.

Y también hay actores a los que les cuesta más bajarse del escenario.


Pero me fuí, el tema acá es la adolescencia perdida.

Porque, hablando desde mi experiencia (y de lo que observé en otros), nunca me molestaron mucho la discriminación contra los homosexuales, la intolerancia, la falta de derechos, los insultos, las frases del Papa o de Mirtha Legrand, etc. Quizás tuve la suerte de no sufrirlos demasiado o soy demasiado frío para que esas cosas me molesten.


Lo que sí me molesta, a veces, es pensar que me educaron para ser heterosexual y que, por eso, me perdí tener una adolescencia gay.


No digo una infancia gay, porque creo que en la infancia es cuando más somos quienes realmente somos, sin teatro ni rótulos. Y de alguna forma, tuve una infancia gay sin saber la palabra.


Pero cuando era adolescente, me hubiera gustado tener amigos gays como tengo ahora, salir a lugares gays como salgo ahora, coger con chicos como cojo ahora…hasta quizás tener un novio como no tengo ahora. Me hubiera gustado boludear y ser romántico, pelotudo y cíclico como cualquier adolescente. Pero serlo en serio y no sólo fingirlo. Me hubiera gustado escribir esas cartas de amor a los chicos que me gustaban y no a las chicas con las que fingía ser hetero.


No sé, todo un mundo de boludeces que me perdí, que viví fingidamente hasta donde pude. Quizás por eso ahora me choca tanto la gente que sigue fingiendo ser hetero a mi edad o, peor, más grandes. Porque, para mí, lo importante no es tanto el hecho de ser luchador, progre, activista, iluminista, rainbow warrior, etc. Lo importante es vivir a pleno cada momento que te va ofreciendo la vida. Y para vivir a pleno, no queda otra que dejar de mentir y fingir.


Yo ya me perdí la adolescencia representando el papel de un rubio hetero, no me voy a perder mi treintena o como se llame haciendo lo mismo o algo parecido (aunque sí voy a usar el cubreojeras, tampoco es cuestión de abandondar la actuación definitivamente).


De todas formas, tengo que admitir que no la pasé tan mal en la adolescencia. Fue sin duda la peor de las etapas de mi vida por muchas cosas -principalmente por la falta de madurez- pero tampoco fue tan terrible.


Pero, por otro lado ¿qué otra opción había?


No puedo culpar a mis padres ni a mi país ni a los curas ni a la tele por educarme para ser heterosexual cuando yo era y quería ser gay. Primero porque no había un manual para educar a un gay (aunque, si quieren reírse de la psicología setentona, lean el Socorro, tengo un hijo adolescente), ni una escuela para gays, ni una Iglesia para gays, ni programas para gays (salvo, quizás, El Club De Madonna y los Thundercats). Y segundo, que si hubieran habido, probablemente hubieran sido para peor. O no. De todas formas, no tiene sentido especular con eso, como tampoco tiene sentido enojarse por una violencia simbólica que era inevitable sufrir.


A veces, imbuido por un espíritu progresista, pienso que se podría hacer algo para que los chicos gays de ahora y del futuro no tengan que sufrir éso. De hecho, parece que los adolescentes de hoy la tienen mucho más fácil de la que la tenía yo o la generación anterior (ni hablar de más allá de los ’70).


Pero creo que es sólo una apariencia o sólo un tímido comienzo. Que se está produciendo un cambio es innegable. Que ahora nos podamos casar, que podamos adoptar, que hayan empresas que prefieran empleados gays y que la Ricky y Tiziano por fin se hayan animado a decir lo que todo el mundo dijo siempre de ellos (salvo un par de fans desneuronizadas) es realmente impactante si uno piensa lo que eran las cosas 15 o 20 años atrás (y estoy hablando sólo de Argentina). Pero igual todavía hay gente que sale a la calle a gritar que la homosexualidad es una enfermedad, un pecado, una desviación o –peor- una elección.


Aunque eso no es lo peor.


Lo peor es que hay homosexuales, sobre todo de más de 30 años, que lo creen.


Y, debido a esa creencia, siguen actuando y fingiendo ser algo que no son, para que no los señalen ni los miren raro ni los escupan ni les griten “puto”. Sigue el teatro y se pasa la vida…(a menos que conviertas al teatro en tu vida, pero nadie es tan buen actor).


Y sí, no es lindo que te discriminen. Pero la cuestión está en creer o no creer que sos un enfermito o un desviado o que Satán te murmuró al oído que chuparas una pija.


Porque si vos crees que estás enfermo, obviamente te va a molestar que te lo digan, porque en el fondo también pensás que ser puto es algo feo/malo/diabólico, etc.


Pero si creés que estás sano, te resbala cualquier cosa que te digan. Y no hace falta que estés orgulloso de ser gay y salgas a gritarlo con una peluca y a decir lo mucho que te gusta que te duela la cola. Todo eso es secundario y episódico.


Lo único que importa es no creer que estás enfermo.


Obvio que eso no soluciona todo: la discriminación sigue estando (y seguramente nunca dejará de estar). Pero al menos, si te animás a creer que no está tan mal ser gay, que besar a otro hombre es lo más y que quizás sí se puede entrar al paraíso con la cola rota, no tenés que pasarte otra etapa más de tu vida fingiendo ser algo que no sos.


Porque peor sería que a los 60 años te des cuenta que te vas a morir sin haber sido nunca lo que realmente eras. Y a los 60 no creo que esté bueno andar subiendo fotos de tus arrugas al facebook.

jueves, 7 de octubre de 2010

Monumento al suicida


Parece ser que en EEUU hay una ola de suicidios de adolescentes gays.

Según las noticias más “serias” (google, sentidoG, etc.), estos chicos se habrían hartado del acoso y maltrato que sufren día a día por parte de los malvados y burlones heterosexuales que los rodean y, por lo tanto, se habrían tirado de un puente o tomado unas cuantas pastillas para dormir.


La Elton John se ha declarado muy triste y con su amiga Ricky Martin ya han hecho un video o un show o algo así por el tema (no pienso verlo, al que le interese que lo googlée). Y, por supuesto, Ellen De Generes, de quien es casi imposible decir una sola cosa mala sin que las tortas te miren con ganas de asarte a la parrilla, ya salió a dar un emotivo mensaje para los adolescentes LGBTT, donde se le quiebra la voz por el llanto.


Ojalá esta manga de caras operadas cobre rápido sus dólares caritativos para que se dejen de joder con el tema y se vayan a salvar delfines o a alimentar africanos pronto.


Porque ahora parece que ser gay o haber sufrido la discriminación de algún modo, te habilita para saber el motivo por el cual una persona se suicida.


No sé porqué, pero están segurísimos de que éstos chicos se suicidaron por ser gays. O más bien, por la discriminación que sufrieron. Es increíble que seres como Ricky Martin, quien debe tener horas y horas de su vida pasadas en terapia, tengan tan poca idea de psicología. ¿Desde cuando se conocen las causas del suicidio?

Ningún suicida ha vuelto a explicarlas nunca. Los que dejaron una nota, tampoco esclarecen mucho las cosas. Los que lo intentaron y fallaron generalmente no vuelven a hacerlo, como si hubieran actuado en un “rapto de locura” como suelen decir. Y los que lo vuelven a intentar, raramente fallan de nuevo.


De todas formas, nada de esto nos da la pauta ni la idea de la causa del suicidio. Quizás incluso porque ni siquiera el suicida la conoce bien. Seguro es un tema difícil de resolver y se pueden tener mil teorías y respuestas. Pero de golpe la prensa parece estar segura de que unos cuantos teenagers se suicidaron en los últimos meses porque esta perversa, injusta, cruel e hipócrita sociedad los discriminaba.


Ya no sólo alcanza con manipular la vida, los gustos e intereses de la gente, ahora tienen que manipular su muerte. Y sí, seguramente alguna Doña Rosa, que salió a protestar contra el matrimonio gay y a gritar que los putos son unos enfermos hace un par de meses se sienta un poco mal o le remuerda un poquitito la consciencia al enterarse de la trágica historia del talentoso y santo violinista Tyler Clementi, acosado por su compañero de cuarto que llegó al punto de subir a la internet un video donde tenía sexo con otro hombre.


Pero ¿de qué sirve conmover a Doña Rosa? Total el domingo va a misa y el cura le vuelve a lavar la cabeza y en la próxima marcha antigay será la primera en la fila (y éso sólo en el caso de Doña Rosa, porque está Doña Pepa y Don Closet que cuando leen la noticia, sonríen y piensan “un puto menos” y después rezan el Ave María).


¿Qué clase de sentimientos quieren generar con ésto? ¿Tenemos que creer que un pendejo de 18 años que tocaba el violín y hacía petes en la supuesta intimidad de su habitación universitaria nos representa a todos los gays acosados y discriminados? ¿Tenemos que creer que un pibe que se tira de un puente por no soportar que su sexualidad salga a la luz (si es que se tiró por éso) es un santo o un mártir?


Un santo es alguien que no comete pecados, alguien casi irreal, como la Madre Teresa o Superman. Alguien que es tan bueno que no queda otra que burlarse de él o compadecerlo. Y un mártir es una persona que muere por una causa. No sé que habrá pensado este chico a la hora de tirarse del puente. No sé si habrá pensado “ahora verán, con mi muerte haré que la sociedad tome consciencia y deje de discriminar”. No lo sé, como tampoco lo sabe ni lo sabrá nunca nadie.


Pero, con la excusa de que Tyler no haya “muerto en vano”, ahora van a salir a decir que los heteros son demonios malvados y los putos somos ángeles perseguidos.

Nadie niega que haya discriminación o persecución, pero esta campaña me parece una manera idiota y seca de combatirla. En realidad ni campaña la llamaría, más bien es algo de lo que hablar un rato.


Para colmo, la idea parece venir de las propias organizaciones que, supuestamente, defienden a los homosexuales y los representan. Y claro, aprovechan para hacer política, como también aprovecha una periodista mediocre del Washington Post para pedir que se prohíba el uso de cámaras filmadoras, porque las filmadoras no distinguen sexualidades ¡No vaya a ser que ésto le llegue a pasar a una persona heterosexual! (“Aunque Clementi fue grabado con otro hombre, con igual facilidad se puede imaginar a un compañero de habitación que espía un encuentro heterosexual”; Kathleen Parker)


La invasión a la intimidad es un delito que ya está penado por la ley y es la ley la que tiene que juzgar el tema. Pero hay que soportar a toda una troupe de giles pseudoizquierdistas, más sentimentalistas que Doña Rosa (y con más pantalla) llorando por Tyler y pidiendo más tolerancia y justicia. Eso sin contar a la manga de trogloditas pseudoderechistas que van a pedir más mano dura a la policía y hasta quizás la abolición del Twitter y el Facebook para evitar estos lamentables incidentes (y hasta quizás después digan “¿vieron? también nos preocupan los putos”).


Y bueno, así es la vida. Supongo que cuando uno es Cindy Lauper la vida se torna un poco sosa y te dan ganas de hacer algo por la gente que vos creés buena y fundás una asociación o algo así para ayudarlos (y de paso le ponés el nombre de una de tus mejores canciones, no es cuestión de que te confundan con Madonna). Supongo que conocer la realidad es secundario cuando se trata de manipular la información en provecho propio. Y hasta el hecho de que un pibe de 18 años se quite la vida es insignificante al lado de la imagen de luchador revolucionario que querés crear de vos mismo.


Por otro lado, a muchos les parecerá cruel, pero a mí no me despierta ninguna simpatía un suicida. Una persona que elige no luchar ¿porqué debería conmoverme? Puede que se haya enfrentado con fuerzas demasiado grandes para él. Puede que estuviera enfermo. Puede que entender su muerte, la real causa de su muerte, sirva para algo. Puede quizás hasta enseñarnos algo sobre el ser humano. Pero ¿conmoverse? ¿llorar? Hay muchos putos que día a día sufren la discriminación y el acoso.


Hay locas de las que se ríen en todos lados. Está el mariconcito del curso que se tiene que sentar solo, sacarse los chicles del pelo, hacer grupo con las mujeres y aguantar unas cuantas trompadas semanales y, así y todo, va al colegio. Está el pibe afeminado de la cuadra del que todos se burlan porque se delinea los ojos y camina como mina y así y todo va a comprar el pan y la coca bancándose los insultos. El peluquero viejo al que le tiran basura o gatos muertos en el jardín o le rompen la vidriera a pedradas sólo porque se la come y así y todo sigue laburando. Están las travestis llenas de moretones que la cana les deja después de violarlas o robarles y así y todo se siguen poniendo la peluca.


Pero por esa gente no llora nadie. Nadie se conmueve ni llora por el que enfrenta esas “cositas” que tiene la vida, porque es tan cotidiano que no logra la primera plana.


Ahora, cuando uno de ésos muere golpeado, drogado o, porqué no, suicidado, ahí sí salen todos a llorar y hasta quizás hacen una misa en su memoria con los ritos de la institución que más lucha a favor de la discriminación sexual.


Y es que todavía la muerte tiene primera plana. Algunas muertes, claro, no todas. Las espectaculares, las simbólicas, las polémicas. Y eso ha sido siempre así. En la Edad Media la gente iba en tropel a ver cómo quemaban, torturaban hasta la muerte o ahorcaban a los condenados pero si se moría una mujer un niño o un anciano y no había mucha plata para el cementerio, los tiraban a la fosa común de algún convento cuando los monjes estaban rezando o peteándose en las celdas. Y si se moría un hombre, ahí sí todos se reunían alrededor del cadáver y lloraban mientras pensaban “¿y ahora quién nos da de comer?”.


Lamentablemente, o afortunadamente, la muerte siempre será la misma. Al menos lo será hasta que inventemos la inmortalidad o tengamos una vida sin muchas sorpresas como la de Elton o Ricky. O la de Ellen, que cree que va a poder cambiar algo desde el cómodo sillón de su programa de televisión y entrevistando a algún psicólogo o hablando sobre el bulling anti-gay. Sí, bulling anti gay, porque un fenómeno tan complejo y diverso como es el maltrato y la discriminación hacia los homosexuales necesita algún término fast food para que los miles de tortas, cientos de locas y decenas de heteros que ven a Ellen puedan conmoverse unos cuántos segundos en su rutina diaria sin necesidad de reflexionar mucho ni cuestionarse porqué tienen todavía un crucifijo colgando en el cuello o porqué se angustian por no poder formar una familia modelo.


Pero bueno, Ellen y cia quieren sentirse buenos y hasta quizás logren algo, porque no se puede negar el poder de los medios que manejan. El tema es que son tan rápidos que mientras yo escribo ésto ya deben estar calculando cuánto podrían ganar con una película sobre Tyler si la estrenan ya y a qué joven actor prometedor podrían usar (por favor, que sea Daniel Radcliffe o cualquiera menos James Franco, porque esa mancha en su carrera no se la perdonaría nunca, ni por sus labios de medio kilo).


Ojalá no pasara nada por un tiempo, digamos, todo Octubre. Ojalá que por todo Octubre ningún barco derramara petróleo, ningún holandés matara ninguna foca, ningún terremoto derrumbara las chozas de ningún país tercermundista, ningún milico nostálgico intente un golpe de estado ni ninguna extraña y nueva idea cruce por la cabeza de Kristina, así se quedan sin nada para hablar que no sea la muerte de Tyler Clementi. Me gustaría saber cuántos días, horas o minutos aguantan Ellen, Elton, Ricky, Cindy y demás dedicándose exclusivamente a ése tema.


Ya la veo a la Elton abandonando los escenarios y diciendo que el asunto la amarga demasiado para seguir hablando sobre ello o a la Ricky calculando cuánto y a qué cámara tiene que abrir sus ojos para quedar más linda mientras pide mayor tolerancia, o la Ellen despeinándose, revoleando papeles y gritando que a nadie le importa.


A Cindy no la quiero imaginar porque puede salir con cualquier cosa y no quiero enemistarme con Milo, si está leyendo. Igual sigo escuchando True Colors de vez en cuando, como loca ochentosa que soy. Eso tampoco va a cambiar nunca, porque otra Cindy no va a haber.

viernes, 20 de agosto de 2010

Un plus



Contra mi voluntad, pero guiado por el aburrimiento, entro al chat al día siguiente y ¿qué me encuentro?

TeTomoLaLeche: me encanta que me acaben en la boca
Rubio30cba: No me digas.
TeTomoLaLeche: y sentir la leche deslizarse por mi tráquea

Se lleva el premio.

sábado, 14 de agosto de 2010

Algunos logros de la ley federal de educación


Caso 1: Ortografía


cordovesaso21: ola

Rubio30cba: Hola.

cordovesaso21: k ases

Rubio30cba: Chateo. Vos?

cordovesaso21: yo conosiendo jente ajajaja

cordovesaso21: te ba k te la chupe

Rubio30cba: Sos pasivo?

cordovesaso21: habeces ajajajaja

cordovesaso21: kiero chuparla

cordovesaso21:ola??

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

cordovesaso21: estas ¿?

cordovesaso21: ajjajaja pork avandonaste??? ajajaj

cordovesaso21: ola?¿

cordovesaso21: ajajaj ta vien, no te ba.

cordovesaso21: ola?¿

cordovesaso21: ajajaja chau me boy

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

cordovesaso: me boy en cerio eee???


Caso 2: Redacción


Rubio30cba:Contáme algo de vos.

Daniel23: soy del interiro pero soy de estudiando en cba y no busco pero no sex.

Rubio30cba: Dejá nomás.

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

Daniel23: estas???

Daniel23: ah si porque no busco sex lo que y todos buscan sex y de vos sos igual


Caso 3: Geografía


MachoSalta: hola, busco sexo ya, te va?

Rubio30cba: Sí, pero estamos lejos. Suerte.

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

MachoSalta: no tanto.

MachoSalta: como sos?

Rubio30cba: Busco gente de Córdoba, disculpá. Suerte.

MachoSalta: uh dale

MachoSalta: voy para alla

MachoSalta: son unas horitas nomas

Rubio30cba: Unas cuántas horitas.

MachoSalta: no son nada

Rubio30cba: En qué venís?

MachoSalta: en el flecha bus

MachoSalta: hola estas????

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

MachoSalta: ok me voy en avion queres?

MachoSalta: estas???


Caso 4: Aritmética


Rubio30cba: En serio tenés 16 años?

Bb16: si, jaja

Rubio30cba: Ah, mirá vos.

Rubio30cba: Y en qué año naciste?

...cri cri...

Rubio30cba: En el 95?

Bb16: en 1994

Rubio30cba: Pero tu perfil dice que sos de Libra y recién estamos en Agosto.

Bb16: ajajaja

Bb16: es que menti

Bb16: no soy de Libra.

Rubio30cba: Te gusta mentir, no?

Bb16: no, es que no me gusta mi signo.

Bb16: por eso digo que soy de libra

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

Bb16: estas papi????


Caso 5: Cultura General


Rubio30cba: Y a dónde salís?

FedeCentro: voy a dorian, siempre

Rubio30cba: Ah, bueno, fan de Wilde el chico ;).

FedeCentro: ajajaja, si, soy muy salvaje

FedeCentro: en la cama sobre todo, jeje

FedeCentro: hola???

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

FedeCentro: también puedo ser suavecito, jeje

FedeCentro: estas???


Caso 6: Formación Ética y Ciudadana


Casado28: hola

Rubio30cba: Hola.

Casado28: sex?

Rubio30cba: Sí, puede ser.

Rubio30cba: Sos activo o pasivo?

Casado28: pas

Rubio30cba: Ah, entonces no, che, busco activo. Chau, suerte.

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

Casado28: soy act

Rubio30cba: Pero primero dijiste pas.

Casado28: soy las dos cosas

Rubio30cba: Entonces sos amplio.

Casado28: si

Rubio30cba: Ok, no me van los amplios, busco alguien que sea solo activo. Chau.

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

Casado28: soy solo act.

Casado28: hola estas???

Casado28: soy mas act, nunca me cogieron, queria probar pero ya fue soy solo act.

Casado28: estas???

Rubio30cba: Ok. Sos masculino?

Casado28: si, bien macho

Rubio30cba: Ah, no me va, busco afeminado. Chau.

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

Casado28: soy una puta en la cama

Casado28: estas???

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

Casado28: LA RECONCHA QUE TE REMIL PARIO PUTO DE MIERDA HANDA ACETE CULIA PUTO REBENTADO

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

Casado28: t va por plata?


Caso 7: Interpretación de textos


Mauroxxx: hola

Rubio30cba: Hola

Mauroxxx: sos de cba?

Mauroxxx: yyyyyyyyyyyyyy

Rubio30cba: Sí, soy de cba.

Mauroxxx: ah ok

Mauroxxx: que edad tenes?

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

Mauroxxx: hola estas??

Mauroxxx: yyyyyyyyyyyyy

Rubio30cba: Adiviná de qué color es mi pelo.

Mauroxxx: mm no se

Mauroxxx: mostrame una foto y te digo

Rubio30cba: Sabés lo que es una adivinanza?

Mauroxxx: si

Mauroxxx: pasame foto

Mauroxxx: yyyyyyyyyyyy

Mauroxxx: hola estas???

Rubio30cba: Adiviná si estoy

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

Mauroxxx: hola???

Mauroxxx: te fuiste???


Caso 8: Computación


FacundoCba: lo que pasa es que no se como subir fotos aca

Rubio30cba: Viste arriba de la ventana del chat donde dice “Subir fotos”?

FacundoCba: cual ventana?

Rubio30cba: Arriba del cuadro donde estamos hablando, a la derecha, dice “Subir fotos”.

FacundoCba: ahhh si

FacundoCba: y que hago?

Rubio30cba: Hacé clik ahí y buscás la foto en Mis Imágenes.

FacundoCba: Ah

FacundoCba: pero no tengo nada en mis imagenes

Rubio30cba: Y fijáte en cuál carpeta tenés tus fotos y seleccioná esa.

FacundoCba: las tengo en un album no en una carpeta

Rubio30cba: Bueno, seleccioná el álbum.

FacundoCba: pero no tendria que subirlas primero?

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

FacundoCba: hola, estas???

Rubio30cba: Sí, claro, tenés que subirlas a tu computadora.

FacundoCba: y como se hace?

Rubio30cba: Tenés Scanner?

FacundoCba: no se

FacundoCba: tengo impresora

FacundoCba: hola estas???

Rubio30cba: Bueno, mirá, hagámosla más fácil. Viste esa caja grandota y rectagular por donde se prende la compu?

FacundoCba: la mas grandota?

Rubio30cba: La que no es el monitor, ni el teclado, ni la impresora, ni el mouse.

FacundoCba: ah si, la grandota.

Rubio30cba: Bueno, fijáte que tiene dos botones. Uno grandote y otro chiquito.

FacundoCba: ah si

FacundoCba: el chiquito dice reset

Rubio30cba: ¡Ese mismo! Apretálo.

FacundoCba ha abandonado esta conversación


Caso 9: Formación Cívica o Jurídica


Agus21: porque robas fotos? esas fotos no son tuyas, son de un amigo mio

Rubio30cba: Yo no robé ninguna foto.

Agus21: si man

Agus21: y voy a mandar un mail a la pagina diciendo que robas fotos de otros.

Rubio30cba: Hacélo, total yo no robo fotos.

Agus21: si robas y eso es un delito y les voy a decir para que te averiguen la ip y te hagan juicio

Rubio30cba: Juicio porqué?

Agus21: por robar fotos

Rubio30cba: Nunca robé fotos, sólo posiciono el cursor sobre la foto que me gusta, aprieto el botón derecho del mouse, elijo guardar como y la grabo en mi máquina.

Agus21: eso es robar fotos

Rubio30cba: No, eso es bajar fotos. ¿Has oído el término download?

Agus21: pero no podes bajar fotos que no son tuyas

Rubio30cba: Claro que puedo. Si lo vivo haciendo. Ya sea con el mouse o con el print.

Agus21: pero eso es ilegal

Rubio30cba: Para nada.

Agus21: si y mi tio es abogado de una empresa de internet y me explico eso

Rubio30cba: Decíle a tu tío que todo lo que está en la web es de cualquiera que pague una conexión a la internet. Si alguien quiere impedir que bajen sus fotos, lo único que puede hacer es no subirlas.

Agus21: pero subis las fotos aca como si fueran tuyas

Rubio30cba: No, eso lo interpretaste vos. Hay gente que sube fotos de paisajes, de actores famosos y hasta de Pókemon. En ningún lado dice “ése soy yo”. Sólo dice “fotos de perfil”.

Agus21: bueno pero todos creen que sos vos

Rubio30cba: No todos. Algunos son más vivos que otros.

Agus21: bueno, igual voy a mandar el mail porque esa foto es de un amigo mio

Agus21: me revienta la gente que miente

Rubio30cba: ¿Así que sos amigo de Brad Renfro? ¿Te enteraste que se murió ya?

Agus21: ay mira, no quiero seguir con este tema

Rubio30cba: No lo hubieras sacado, entonces.

Agus21: yo no lo saque

Rubio30cba: Tengo la conversación grabada. Se la mando a tu tío abogado para que él diga quién la sacó ¿querés?

Agus21 ha abandonado esta conversación


Caso 10: Química Inorgánica


BiCba: hola, sos bien machito?

Rubio30cba: Soy normal ¿Vos?

BiCba: bien masculino, cero pluma, cero ambiente, cero apucheramiento. Busco otro macho como yo para pajearnos y chuparnos las pijas.

Rubio30cba: Ok, no me va. Chau suerte.

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

BiCba: eh por?

BiCba: si te digo que soy bien macho

Rubio30cba: Entonces buscáte una hembra

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

BiCba: soy macho pero me van los machos, man

Rubio30cba: Los electrones se repelen entre sí

BiCba: que?

Rubio30cba: Que a los machos de verdad les van las hembras. Suerte.

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

BiCba: a vos no te van los machos man?

Rubio30cba: No, porque para macho estoy yo.

Rubio30cba: Me va alguien bien putito.

BiCba: puedo serlo si queres

Rubio30cba: ¿Y cómo? Si lo único que hacés es pajearte y chuparla...

BiCba: que mas queres

Rubio30cba: Sexo de verdad.

BiCba: es q nunca me la pusieron

Rubio30cba: Entonces andá y hacéte culiar. Y nunca mejor dicho.

Rubio30cba ha abandonado esta conversación


Caso11: Lógica y Filosofía


DaniNvaCba: porque sera que la gente cierra los ojos cuando besa?

Rubio30cba: Y no sé.

DaniNvaCba: sera que en realidad no aman a la persona con la que estan sino a su imagen?

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

...

Andy21: porque habran peleado tanto por la ley del matrimonio si despues no se casan?

Rubio30cba: Es que lo que se buscaba no era casarse sino tener la posibilidad de hacerlo.

Andy21: y pero porque quieren la posibilidad si no se quieren casar?

Rubio30cba: Para vivir en una sociedad más justa, más igualitaria.

Andy21: y pero porque quieren eso si son diferentes?

Rubio30cba: Porque en una democracia la ley tiene que ser equitativa para todos, incluso para los diferentes

Andy21: pero eso destruye las diferencias de cada uno

Rubio30cba: Al contrario, las reconoce y las respeta.

Andy21: entonces tendria que llamarse gaymonio y no matrimonio

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

...

Ezequiel_pas: porque habran tantos pasivos?

Rubio30cba ha abandonado esta conversación


Caso 12: Educación Física


Gaston25: hola, aca pibe deportista, hago ragbi y tai guan do, te va?

Rubio30cba: ¿Querés decir que hacés Rugby y Tae Kwon Do?

Gaston25: si, eso

Rubio30cba: Y cómo sos?

Gaston25: 1 70m 83kg pelo castaño etc etc

Rubio30cba: Ah, mirá, disculpá, pero me gustan los chicos bien flacos a mí.

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

Gaston25: soy flaco man

Rubio30cba: Mm, no podés ser flaco si medís 1 70 y pesás 83 kilos.

Gaston25: es que los tengo bien repartidos

Rubio30cba: Bueno, puede ser, qué sé yo, pero algo de sobrepeso tenés aunque sea repartido y a mí me gustan bien flacos. Suerte, pibe.

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

Gaston25: en serio soy flaco man

Rubio30cba: Pero a mí me gustan bien bien flacos. Disculpá y que tengas suerte.

Rubio30cba ha abandonado esta conversación

Gaston25: Soy bien bien flaco man

Rubio30cba: ¡BASTAAAAAA, GORDO DE MIERDA, LA RE PUTA QUE TE RE MIL PARIÓ, ANDÁ A MORFARTE UN CAMIÓN DE CRIOLLOS MIENTRAS HACES “JAND-BOL” O “BOLEI” Y A MÍ DEJÁME EN PAAAAAAAZ!!!

Gaston25 ha abandonado esta conversación


Caso 13: Contabilidad


Fer26: hola, sos activo o pasivo.

Rubio30cba: ninguna de las dos.

Fer26: ah, sos versatil?

Rubio30cba: Tampoco.

Fer26: que sos entonces?

Rubio30cba: Soy de Resultado Gasto, devengado por adelantado. Matáteeeeeeeee.


Rubio30cba ha considerado dejar de chatear forever.



miércoles, 21 de julio de 2010

Esas cosas que cree la gente



Los heterosexuales suelen creer cosas muy raras sobre los gays.


Algunos piensan que las locas tenemos el armario lleno de consoladores, borcegos y látigos de cuero. Otros creen que apenas llegamos a casa ponemos Gloria Trevi a todo volumen y practicamos coreografías con tacos altos.


Y no faltan los que creen que somos todos drogadictos, ateos, satanistas y que nos reunimos en sótanos clandestinos para planear cómo destruir la institución matrimonial y discutir ideas de perversos agitadores, como Marx, Foucalt o Nietzche (o, en su defecto, Madonna, Britney y Shakira).


Y, por supuesto, creen que todos los gays tenemos Sida.


Y no me refiero sólo a los heteros que jamás en su vida tuvieron contacto con gays o con el mundillo gay. También incluyo a los heteros que conviven con locas, que tienen parientes y/o amigo/as gays, que salen a lugares gays o que incluso a veces terminan en la cama de un gay, etc. Creen lo más fácil porque les da vagancia ver cómo es la cosa en realidad.


Los heteros suelen creer que tenemos costumbres y pensamientos casi alienígenas venidas de Plutón a pesar de que también tomábamos mamadera, jugábamos al pac man y veíamos cada producto que defecaban (y defecan) Tinelli y Cris Morena en la tv argentina.


Pero existe una creencia sobre los gays entre los heteros (sobre todo los hombres heteros) que es la más terriblemente equivocada de todas: Los heterosexuales creen que los gays nos pasamos la vida teniendo sexo.


Creen que cada día nos levantamos al lado de alguien (que puede ser nuestra pareja o no) y tenemos un mañanero con lagañas y mal aliento. Después salimos de casa y le hacemos un pete al portero, al vecino, al taxista y/o a cualquier chongo que pase por la calle y tenga unos minutitos. En el trabajo seguro hacemos chanchadas en el baño o en la terraza con el cadete y/o, con suerte, con el jefe. En el almuerzo capaz que nos juntamos rapidito con algún huesito que también tiene hora sandwich. A la salida nos vamos a un cine porno o a un sauna a seguir cogiendo como conejas ardidas hasta que llega la noche y nos vamos al parque o alguna plaza oscura a petear negros o nos metemos al chat para armar una orgía en algún depto de Nueva Córdoba o Alberdi. Y por supuesto, en la vuelta a casa seguro pasamos por un kiosco 24 horas que atienda algún chongo aburrido para comprar puchos y ver si fumamos un poco más.


Como broche final a todo ésto, un catoliquito argentino quizás diga “sí, y después llega a su casa, se mete a su cama y llora hasta al amanecer por la vida vacía que lleva”, como si alguien tuviera fuerzas (y, sobre todo, ganas) para llorar después de un día así.


Y, para ser justos, también hay gays que tienen esa idea sobre la vida de las otras locas. Sí, también hay locas que odian la promiscuidad. De hecho, está lleno. No sé si será envidia, o miedo a ser así o que se traumaron con el video de Bad Girl de Madonna, pero se la pasan criticando a las locas que cogen todo el día y “sólo piensan en sexo”.


Pero ¿existen realmente esas locas?


Yo creo que existen las locas que intentan tener esa vida, pero debe ser una en un millón la que realmente lo logre en serio.

¿Sino porqué hay tantas locas quejándose de los histéricos, los creídos, los que se hacen las estrellas, etc?


Y miren que he conocido muchas locas putonas que realmente se despiertan y se acuestan pensando en pijas. Pero una cosa es desear y otra es intentarlo. Y una cosa es intentarlo y otra lograrlo.


Hay algunas locas que realmente invierten entre un cuarto y la mitad de su tiempo diario en shirar, chatear, saunear o cualquier actividad que signifique buscar una pija. Pero, generalmente, lo que consiguen es un pete mal hecho debajo de un árbol meado en el río o en el cubículo oloroso de un baño público (si es que antes no las asaltan o les clavan una navaja por chorearles la campera o los zapatos). Y, con suerte, tienen una cojidita rápida y silenciosa en alguna cabinita pegajosa y chorreante de sauna o cyber (si es que justo el día que van hay gente y, sobre todo, gente nueva con la que no hayan cogido ya).


Es decir, lo que logran al final es tener un sexo de mierda: rápido, anónimo e inconcluso en lugares hediondos y aumentar aún más su desesperación por más pijas.


Y salvo que tengas el fetiche de tener esa clase de sexo, no es realmente una forma muy satisfactoria ni plena de llevar la sexualidad, además de los riesgos que significa.


Pero claro, el hombre es calentón. Según dicen, más calentón que la mujer (...). Cuando quiere ponerla (o que se la pongan) nada importa. Y ahí está, para mí, la verdadera diferencia entre el hetero y el gay, que es simplemente económica. El gay caliente puede ir a buscar sexo a todos esos lugares –la mayoría gratuitos o baratísimos-, aunque no lo encuentre o encuentre sexo de mierda o un par de pendejos llenos de paco que le tajeen el cuello. Al hetero caliente no le queda otra que buscar una prostituta (o dignarse a coger aburridamente con su mujer, si la tiene; y tampoco éso es gratuito).


Sin embargo, tanto ir a coger a la plaza o al sauna como ir a coger a una prostituta siguen siendo simplemente cosas que se hacen para “sacarse la leche” y nada más. Es difícil que disfrutés como loco en esas situaciones. Y ojo, no digo que no pueda haber excepciones. Quizás tenés suerte y te perforan de lo lindo contra un Eucaliptus en el parque o te succionan hasta la bilirrubina en la ducha de un sauna y volvés a tu casa flotando de felicidad. Quizás terminás aullando de placer dentro de algún auto con los vidrios polarizados o humedecidos. Quizás abrís la cortinita chirriante de la cabina de algún cyber de 1,50 la hora y te encontrás a tu príncipe azul sentado y pajeándose con una porno y a los meses están los dos casados y viviendo en Amsterdam con un pequinés, una gata siamesa y dos tiernos africanitos adoptados.


Pero, pongamos los pies en la tierra un rato y digamos la verdad: la mayoría de las veces es puro sexo primario, animal y nada más. Rapidito y sin imaginación.


¿Y qué hay del sexo con ganas, con sentimiento, con pasión? Ese sexo que se tiene con alguien que lo ves y sentís que te derretís. Es decir, el sexo con una persona a la que deseás y no con un agujero o un pedazo de carne erecta que pasan justo cerca tuyo en la semioscuridad o por los que pagás.


Y bueno, para tener sexo así hay que estar enamorado y, sobre todo, tener tiempo. Y ahí la tenemos difícil todos, seamos heteros, locas, tortas, travas, etc.


De todas formas, si vamos al sexo animal, al sexo que se tiene por pura calentura momentánea, tampoco es tan fácil entre los hombres, por más que seamos tan calentones como supuestamente somos.


Los heteros creen que vemos a alguien que nos gusta en el boliche (o en el trabajo, en la escuela, en la familia, en la calle, etc), nos miramos un rato y vamos a los bifes de una. Ellos, en cambio, tienen que hacer un ritual de acercamiento a la mujer, decirle chistes y piropos, invitarla a tomar algo, fingir que son tiernos, que buscan amor eterno y, sobre todo, que tienen plata. Y todo eso quizás sólo les sirva para una tranzadita esa noche y quedarse esperando el premio mayor unos días hasta que la mina decida que pasó un tiempo suficiente para no quedar como una puta entregada.


Y sí, a la mujer le queda bien jugar la carta de hacerse la difícil. O, al menos, se lo acepta como algo normal.


El tema es que hay locas que son más mujeres que las mismas mujeres.


Es cierto que entre los gays suelen faltar esos rituales tan largos y fingidos. Aunque alguna loca te puede invitar a tomar algo pero, salvo que sea un viejo desesperado, el invitar no implica que te va a pagar lo que consumas sino simplemente ir a un lugar más tranqui para charlar y averiguar si hay lugar para coger, los roles, etc. A la hora de pagar la cuenta, se va a medias. De nuevo, la diferencia es sólo económica.


Pero aunque falten esos rituales, no es tan fácil levantar y coger de una, como creen algunos que pasa entre los gays. Hay infinidad de locas que parecen unas putonas bárbaras que se van a coger a medio mundo en una sola noche, pero resulta que después ponen su mejor cara de petera y dicen: “Este es mi número, nunca tengo sexo en la primera cita. Llamáme mañana”.


Probablemente, el tiempo que hay que esperar para que una loca se entregue es mucho menor al tiempo que hay que esperar a una mujer. Sin embargo, que hay locas histéricas (y me refiero a histéricas en serio, no a las que rechazan tipos por feos, gordos, viejos, etc.) las hay. Que hay locas que no se entregan hasta que no las llevás 7 veces al cine y 14 veces a cenar, las hay (aunque se pague a medias). Que hay locas que no hacen un pete hasta que hablan del tema 7 veces en terapia y 14 veces con la mejor amiga, las hay.


Y lo peor de todo, es que ésas suelen ser las locas más lindas. Y claro, nadie le haría el filo así a un feo. Salvo, claro, que tengas gustos alternativos (aunque, en ese caso, seguro que no tendrías que esperar tanto tiempo).


Pero a pesar de toda esta demostración, tengo un amigo hetero que, cuando ya tiene más de dos fernet encima y me ve por ahí en algún cumpleaños o reunión, empieza, como disco rayado: “Ustedes son unos culiados, viven cogiendo. Nosotros tenemos que estar días haciéndole el filo a alguna para que se entregue. Ustedes van y cogen de una”.


Y yo le repito lo de siempre: “¿Vos te creés que si los gays fueran así de coger de una yo estaría acá escuchándote a vos?”.


Y entonces él me dice: “¿Pero porqué no son así si son todos hombres? O sea, un hombre cuando quiere coger va y encara, sea puto o no. Yo cuando veo una mina que me gusta voy de una, no me importa que me mande a la mierda después”.


Y yo le digo lo que él quiere escuchar siempre: “Será que no es cuestión de ser hombre sino de tener autoestima suficiente”.


Y entonces él dice, todo contento y autosuficiente: “¡Ahh!”.


Pero, para no molestarlo ni atacar su amor propio, nunca le digo que hay cierta diferencia entre la autoestima y la caradurez. De todas formas, las dos tienen más levante que la histeria, seguro.


Aunque también habría que considerar qué calidades levanta cada cosa.