Los heterosexuales suelen creer cosas muy raras sobre los gays.
Algunos piensan que las locas tenemos el armario lleno de consoladores, borcegos y látigos de cuero. Otros creen que apenas llegamos a casa ponemos Gloria Trevi a todo volumen y practicamos coreografías con tacos altos.
Y no faltan los que creen que somos todos drogadictos, ateos, satanistas y que nos reunimos en sótanos clandestinos para planear cómo destruir la institución matrimonial y discutir ideas de perversos agitadores, como Marx, Foucalt o Nietzche (o, en su defecto, Madonna, Britney y Shakira).
Y, por supuesto, creen que todos los gays tenemos Sida.
Y no me refiero sólo a los heteros que jamás en su vida tuvieron contacto con gays o con el mundillo gay. También incluyo a los heteros que conviven con locas, que tienen parientes y/o amigo/as gays, que salen a lugares gays o que incluso a veces terminan en la cama de un gay, etc. Creen lo más fácil porque les da vagancia ver cómo es la cosa en realidad.
Los heteros suelen creer que tenemos costumbres y pensamientos casi alienígenas venidas de Plutón a pesar de que también tomábamos mamadera, jugábamos al pac man y veíamos cada producto que defecaban (y defecan) Tinelli y Cris Morena en la tv argentina.
Pero existe una creencia sobre los gays entre los heteros (sobre todo los hombres heteros) que es la más terriblemente equivocada de todas: Los heterosexuales creen que los gays nos pasamos la vida teniendo sexo.
Creen que cada día nos levantamos al lado de alguien (que puede ser nuestra pareja o no) y tenemos un mañanero con lagañas y mal aliento. Después salimos de casa y le hacemos un pete al portero, al vecino, al taxista y/o a cualquier chongo que pase por la calle y tenga unos minutitos. En el trabajo seguro hacemos chanchadas en el baño o en la terraza con el cadete y/o, con suerte, con el jefe. En el almuerzo capaz que nos juntamos rapidito con algún huesito que también tiene hora sandwich. A la salida nos vamos a un cine porno o a un sauna a seguir cogiendo como conejas ardidas hasta que llega la noche y nos vamos al parque o alguna plaza oscura a petear negros o nos metemos al chat para armar una orgía en algún depto de Nueva Córdoba o Alberdi. Y por supuesto, en la vuelta a casa seguro pasamos por un kiosco 24 horas que atienda algún chongo aburrido para comprar puchos y ver si fumamos un poco más.
Como broche final a todo ésto, un catoliquito argentino quizás diga “sí, y después llega a su casa, se mete a su cama y llora hasta al amanecer por la vida vacía que lleva”, como si alguien tuviera fuerzas (y, sobre todo, ganas) para llorar después de un día así.
Y, para ser justos, también hay gays que tienen esa idea sobre la vida de las otras locas. Sí, también hay locas que odian la promiscuidad. De hecho, está lleno. No sé si será envidia, o miedo a ser así o que se traumaron con el video de Bad Girl de Madonna, pero se la pasan criticando a las locas que cogen todo el día y “sólo piensan en sexo”.
Pero ¿existen realmente esas locas?
Yo creo que existen las locas que intentan tener esa vida, pero debe ser una en un millón la que realmente lo logre en serio.
¿Sino porqué hay tantas locas quejándose de los histéricos, los creídos, los que se hacen las estrellas, etc?
Y miren que he conocido muchas locas putonas que realmente se despiertan y se acuestan pensando en pijas. Pero una cosa es desear y otra es intentarlo. Y una cosa es intentarlo y otra lograrlo.
Hay algunas locas que realmente invierten entre un cuarto y la mitad de su tiempo diario en shirar, chatear, saunear o cualquier actividad que signifique buscar una pija. Pero, generalmente, lo que consiguen es un pete mal hecho debajo de un árbol meado en el río o en el cubículo oloroso de un baño público (si es que antes no las asaltan o les clavan una navaja por chorearles la campera o los zapatos). Y, con suerte, tienen una cojidita rápida y silenciosa en alguna cabinita pegajosa y chorreante de sauna o cyber (si es que justo el día que van hay gente y, sobre todo, gente nueva con la que no hayan cogido ya).
Es decir, lo que logran al final es tener un sexo de mierda: rápido, anónimo e inconcluso en lugares hediondos y aumentar aún más su desesperación por más pijas.
Y salvo que tengas el fetiche de tener esa clase de sexo, no es realmente una forma muy satisfactoria ni plena de llevar la sexualidad, además de los riesgos que significa.
Pero claro, el hombre es calentón. Según dicen, más calentón que la mujer (...). Cuando quiere ponerla (o que se la pongan) nada importa. Y ahí está, para mí, la verdadera diferencia entre el hetero y el gay, que es simplemente económica. El gay caliente puede ir a buscar sexo a todos esos lugares –la mayoría gratuitos o baratísimos-, aunque no lo encuentre o encuentre sexo de mierda o un par de pendejos llenos de paco que le tajeen el cuello. Al hetero caliente no le queda otra que buscar una prostituta (o dignarse a coger aburridamente con su mujer, si la tiene; y tampoco éso es gratuito).
Sin embargo, tanto ir a coger a la plaza o al sauna como ir a coger a una prostituta siguen siendo simplemente cosas que se hacen para “sacarse la leche” y nada más. Es difícil que disfrutés como loco en esas situaciones. Y ojo, no digo que no pueda haber excepciones. Quizás tenés suerte y te perforan de lo lindo contra un Eucaliptus en el parque o te succionan hasta la bilirrubina en la ducha de un sauna y volvés a tu casa flotando de felicidad. Quizás terminás aullando de placer dentro de algún auto con los vidrios polarizados o humedecidos. Quizás abrís la cortinita chirriante de la cabina de algún cyber de 1,50 la hora y te encontrás a tu príncipe azul sentado y pajeándose con una porno y a los meses están los dos casados y viviendo en Amsterdam con un pequinés, una gata siamesa y dos tiernos africanitos adoptados.
Pero, pongamos los pies en la tierra un rato y digamos la verdad: la mayoría de las veces es puro sexo primario, animal y nada más. Rapidito y sin imaginación.
¿Y qué hay del sexo con ganas, con sentimiento, con pasión? Ese sexo que se tiene con alguien que lo ves y sentís que te derretís. Es decir, el sexo con una persona a la que deseás y no con un agujero o un pedazo de carne erecta que pasan justo cerca tuyo en la semioscuridad o por los que pagás.
Y bueno, para tener sexo así hay que estar enamorado y, sobre todo, tener tiempo. Y ahí la tenemos difícil todos, seamos heteros, locas, tortas, travas, etc.
De todas formas, si vamos al sexo animal, al sexo que se tiene por pura calentura momentánea, tampoco es tan fácil entre los hombres, por más que seamos tan calentones como supuestamente somos.
Los heteros creen que vemos a alguien que nos gusta en el boliche (o en el trabajo, en la escuela, en la familia, en la calle, etc), nos miramos un rato y vamos a los bifes de una. Ellos, en cambio, tienen que hacer un ritual de acercamiento a la mujer, decirle chistes y piropos, invitarla a tomar algo, fingir que son tiernos, que buscan amor eterno y, sobre todo, que tienen plata. Y todo eso quizás sólo les sirva para una tranzadita esa noche y quedarse esperando el premio mayor unos días hasta que la mina decida que pasó un tiempo suficiente para no quedar como una puta entregada.
Y sí, a la mujer le queda bien jugar la carta de hacerse la difícil. O, al menos, se lo acepta como algo normal.
El tema es que hay locas que son más mujeres que las mismas mujeres.
Es cierto que entre los gays suelen faltar esos rituales tan largos y fingidos. Aunque alguna loca te puede invitar a tomar algo pero, salvo que sea un viejo desesperado, el invitar no implica que te va a pagar lo que consumas sino simplemente ir a un lugar más tranqui para charlar y averiguar si hay lugar para coger, los roles, etc. A la hora de pagar la cuenta, se va a medias. De nuevo, la diferencia es sólo económica.
Pero aunque falten esos rituales, no es tan fácil levantar y coger de una, como creen algunos que pasa entre los gays. Hay infinidad de locas que parecen unas putonas bárbaras que se van a coger a medio mundo en una sola noche, pero resulta que después ponen su mejor cara de petera y dicen: “Este es mi número, nunca tengo sexo en la primera cita. Llamáme mañana”.
Probablemente, el tiempo que hay que esperar para que una loca se entregue es mucho menor al tiempo que hay que esperar a una mujer. Sin embargo, que hay locas histéricas (y me refiero a histéricas en serio, no a las que rechazan tipos por feos, gordos, viejos, etc.) las hay. Que hay locas que no se entregan hasta que no las llevás 7 veces al cine y 14 veces a cenar, las hay (aunque se pague a medias). Que hay locas que no hacen un pete hasta que hablan del tema 7 veces en terapia y 14 veces con la mejor amiga, las hay.
Y lo peor de todo, es que ésas suelen ser las locas más lindas. Y claro, nadie le haría el filo así a un feo. Salvo, claro, que tengas gustos alternativos (aunque, en ese caso, seguro que no tendrías que esperar tanto tiempo).
Pero a pesar de toda esta demostración, tengo un amigo hetero que, cuando ya tiene más de dos fernet encima y me ve por ahí en algún cumpleaños o reunión, empieza, como disco rayado: “Ustedes son unos culiados, viven cogiendo. Nosotros tenemos que estar días haciéndole el filo a alguna para que se entregue. Ustedes van y cogen de una”.
Y yo le repito lo de siempre: “¿Vos te creés que si los gays fueran así de coger de una yo estaría acá escuchándote a vos?”.
Y entonces él me dice: “¿Pero porqué no son así si son todos hombres? O sea, un hombre cuando quiere coger va y encara, sea puto o no. Yo cuando veo una mina que me gusta voy de una, no me importa que me mande a la mierda después”.
Y yo le digo lo que él quiere escuchar siempre: “Será que no es cuestión de ser hombre sino de tener autoestima suficiente”.
Y entonces él dice, todo contento y autosuficiente: “¡Ahh!”.
Pero, para no molestarlo ni atacar su amor propio, nunca le digo que hay cierta diferencia entre la autoestima y la caradurez. De todas formas, las dos tienen más levante que la histeria, seguro.
Aunque también habría que considerar qué calidades levanta cada cosa.
Creo que lo que no acaba de entender el amigo hetero es que, finalmente, no somos omnívoros y que el hecho de que nos gusten los hombres no significa que nos gusten todos los hombres.
ResponderEliminarMe reí mucho.
Un abrazote.
Milo Gasa me ganó el comentario.
ResponderEliminarPero se me ocurre añadir que es muy cierto que la mayoría de las locas "loconas" que juegan de putonas terminan siendo las más virginales y aburren.
Como hombre si busco sexo quiero sexo, no una loca jugando de recatada.
Pero es lógico que la mayoría de las veces difícilmente encontremos sexo tan facílemente como los heteros piensan.
Jua JUUUA JUUUUUA..Jugando Pacman...que bueno.
ResponderEliminarSaludos.Y que ti amigo seponga pilas...que loque le falta es como alguitro de clase, para pedirlo pues.
Chau.
Jua JUUUA JUUUUUA..Jugando Pacman...que bueno.
ResponderEliminarSaludos.Y que ti amigo seponga pilas...que loque le falta es como alguitro de clase, para pedirlo pues.
Chau.
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ResponderEliminarSaludos.Y que ti amigo seponga pilas...que loque le falta es como alguitro de clase, para pedirlo pues.
Chau.
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ResponderEliminarSaludos.Y que ti amigo seponga pilas...que loque le falta es como alguitro de clase, para pedirlo pues.
Chau.
¿Qué decir?
ResponderEliminarI-M-P-E-C-A-B-L-E. Me encanta. Certero como siempre.
Cada vez que le digo a un amigo hétero: "Dale, chabón, acompañame a tal lado...", y me contesta: "No, boludo, me van a violar ahí...", respondo: "Punto Nº1, no sos Brad Pitt (a falta de un mejor ejemplo en mi memoria ahora) drogado, y Punto Nº2... OJALÁ SE COJIERA CADA DOS PASOS EN UN BOLICHE GAY!!!".
Me mató esto: "Que hay locas que no hacen un pete hasta que hablan del tema 7 veces en terapia y 14 veces con la mejor amiga, las hay...", soy yo. Después me salvaste con esto: "Y lo peor de todo, es que ésas suelen ser las locas más lindas...", jaja, un dulce ^^
TOMMY Knocker
P.D.: Me quedé mal cuando dijiste que ibas a intentar ser menos amargo... SE TAN AMARGO COMO QUIERAS!!! Sólo quería saber por qué, y bueno... me respondiste lo de los finales felices, que es super válido! Beso ^^
Rubio,
ResponderEliminarNo puedo opinar mucho sobre el levante, el chat, y todas esas yerbas, estuve poco tiempo soltero (ahora no lo estoy). Se ve que cuando salí de levante tuve suerte, no soy vueltero, si estoy caliente, estoy caliente, nada de vueltas. Cero vueltas
Es verdad lo que decis del sexo estable, es lo mas lindo del mundo (si es que tu pareja es bueno y desinhibido en la cama, no?) tengo la suerte de experimentarlo y es tal cual. Uno se descubre en la cama y con el otro, y soy de los que disfrutan también cuando el otro disfruta.
Lo que pienso yo es que los gays tenemos un poco mas de libertad con el sexo, en cambio los heteros, y en especial las mujeres, tienen muchos pudores, y mambos "sociales" que hacen que den millones de vueltas.
Como te dije antes esta conclusión la saco desde mi experiencia, Ud. tiene mas data!
Un abrazo
Mierda que te conoces todo rubeeooo jeje
ResponderEliminarSeguis acertando increiblemente todos los puntos... lastima q los tratas a todos en un solo post... q termina siendo una ensalada mixta... cuando en realidad se podrian disfrutar exquisitamente en forma separada... xq dejaste mucho hilo en algunos carreteles... igualmente en este mundo... nada se pierde... todo se transforma... (hasta las mariquitas)... jaaaaaaa... chauuuuuuu...!!!
ResponderEliminarAdemás de estar en el sótano tramando el fin de los valores de la familia y la extinción de la especie los hetero también tienen la gran curiosidad: QUIÉN HACE DE HOMBRE Y QUIÉN DE MUJER. Cuando uno les dice que suele ser indistinto, y que varía quedan perplejos.
ResponderEliminarYo me identifico con la loca que es bien perforada junto al arbolito y luego levanta otro pendejo y es ensartada en el auto cogiendo como coneja para volver a su casa en una nube de felicidad a coger ahora con su pareja.
Claro que en está época la mitad de las aventuras salen sí o sí con plata y requieren muchas prevenciones porque tener sexo y estar alerta no es placentero.
Y aún así pese a rachas de gran actividad la Mitología sigue suponiendo que para nosotros todo es tan fácil. Para nada.
Porque sí hablamos de calidad en el sexo las cosas se ponen aún más difíciles.
Es muy cierto, hay muchas fantasías ridículas sobre los homosexuales por parte de los heterosexuales. Creo de que ahí surgen muchas homofobias.
ResponderEliminarPara mi el tema es que hay un problema socialmente instalado: la generalización. Ni los gay, ni los hetero, ni los hombres ni las mujeres somos todos iguales por el sólo hecho de pertenecer a un mismo genero; pero para entender eso hay que permitirse pensar que no siempre somos los dueños de la verdad y darse la posibilidad de descubrir que muchas cosas no son como creíamos, lo cual, para muchas personas no es una tarea fácil.
Saludos!
Cuanto te habras recorrido para saber todo eso...
ResponderEliminarYo tengo casi 40 años y al menos 10 los pase yendo a saunas y de vez en cuando algo del parque. Creo que resumiste la cuestion en un pequeño parentesis "si es que justo el día que van hay gente y, sobre todo, gente nueva con la no hayan cogido ya".
Ese es el problema del shiro sea en el parque, sauna o hasta en el chat. Siempre es la misma gente, el mismo ambiente. Y es un ambiente tan pequeño que si lo frecuentas seguido terminas conociendo a todo el muindo en poco tiempo. Aunque te vayas por un tiempo, cuando vuelves estan los mismos de siempre haciendo lo mismo.
Buen blog y sobre todo buen tema este. Besos
Yo prefiero la camita con las sábanas bien limpias y alguien al que al menos le sepa el nombre y el signo del zodíaco.
ResponderEliminarSi de ahí nos vamos al piso o contra la pared o al balcón o a la pileta o al auto, etc, es otra cosa.
Yo pienso como tu amigo. Si el gay quiere coger, el trámite le es mucho más fácil que al hetero. El tema es que quiera, como bien decís vos.
Me gustó lo del pac man y cris morena.
Que triste que en realidad no seamos tan diferentes.
ResponderEliminarSomos igual de boludos que los heteros, entonces.
Me cuelgo un par de días y me encuentro con todo este impulso creativo. Y de lo mejor... Y bueno, se ve que las personas somos personas, más o menos vuelteros/as, más o menos caraduras, más o menos complicados/as ...
ResponderEliminarun abrazo y que no se corte...
nicolás
Rubio, es cierto que los pakis tienden a pensar que ser gay es igual a vivir cogiendo y es cierto que no es así... pero también es lógico que se imaginen eso, cuando a las mujeres nos crían con TANTA represión y a los hombres, al revés, les enseñan desde chicos que coger es un deber. Me consta que lo de la cogida permanente del gay es una fantasía de hetero afiebrado, pero al lado del régimen cogeril de un hetero soltero promedio, lo del gay ídem vale una seguidilla interminable de polvos.
ResponderEliminarjaja bueno yo escribi sobre esto en "viaje al centro del mundo hetero "
ResponderEliminary es asi, trabajo con heteros y si compartis vestuario con ellos enseguida se imaginan que los estas mirando , aunque algunos no los toco ni con una vara de 3 metros.
lo otro es que recibo propuestas de tipos casados , pero eso si , aclaran que no son putos .
uno me dijo que es bien machito pero a veces le gusta" bufarronear"
Geniaels tus posts como siempre, los leo todos pero es la primera vez que comento, seguí así!! porque de vez en cuando está bueno que alguien nos haga acordar de algunas verdades.
ResponderEliminarSaludos!
Tu amigo te tiene ganas rubio, date cuenta
ResponderEliminarhello
ResponderEliminarjust signed up and wanted to say hello while I read through the posts
hopefully this is just what im looking for, looks like i have a lot to read.
Jajajajaja, hace tiempo que no reía tanto y asentía al mismo tiempo. Felicidades por tu prosa directa.
ResponderEliminarChe Rubio y por casa como andamos? vos que levanas?
ResponderEliminarLa pregunta seria cuantos estereotipos de gays existen? muchos y muchos que ni conocemos seguro , ahora lo que si creo no equivocarme es que el de los tapados osea los reservados que aparentan ser heterosexuales son la mayoria e incrementandose cada dìa ,aunque tambien estan los tipos gays onda masculinos que no frecuentan ambiente. buscan pareja estable y aun creen como bobos en el amor como yo je .
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