lunes, 3 de noviembre de 2008

Zodíaco Gay (final)

Loca Sagitario


Existen muy pocas locas de Sagitario. En realidad, existen pocas personas de Sagitario, ya que es raro que lleguen a vivir mucho tiempo porque parecen empeñadas en correr la mayor cantidad de riesgos posibles en la vida, desde tomar litros de alcohol en tiempos récord a tener sexo 10 veces por noche con 10 o más tipos diferentes y, por supuesto, sin preservativo.

Se dice de las fogosas sagitarianas que adoran las descargas de adrenalina y gustan de los deportes extremos. De niñas, es común que en vez de jugar a las muñecas a escondidas, como hace cualquier loca normal, se la pasen trepadas a los árboles y correteando por ahí imaginando que son la mona chita o la mujer biónica. Pero no se imaginen que al crecer se vuelven ágiles esquiadoras o musculosas surfistas, porque para eso hace falta más la plata que la sangre caliente y las sagitarianas andan siempre sin un cobre ya que apenas tienen una moneda se compran cualquier cosa. No ahorran ni aunque les paguen para ello y además, les encanta jugar y apostar todo lo que tienen. Es común encontrarlas en casinos, aunque también les gusta apostar en la calle con los amigos y hasta con extraños, perdiendo con ellos hasta la ropa que llevan puesta, lo cual suele ocurrir en lugares públicos y, muchas veces, por otras causas. Y es que a la sagitariana le excita más tener sexo en el balcón de un depto. con un bicho fiero que estar en una lujosa habitación de motel encerrada con Brad Pitt. Es común verlas acompañadas de locas fuleras en serio, pero vestidas con tachas y cuero, cosa que invariablemente enloquece a la ya loca loca sagitario. Ella misma suele estar cubierta de tatuajes y piercings, además de cicatrices varias. Le gusta hacerse la rebelde y la insumisa, aunque nunca se niegue a lamer las botas de cuero de un buen chongo.

El símbolo de Sagitario es el centauro, un ser mitad hombre mitad caballo, por lo que suelen tener la cara medio alargada, como buena yeguas que son. El centauro simboliza, a su vez, la animalidad del ser humano, por lo que no es de extrañar que las sagitarianas sean brutas e ignorantes como estudiante argentino post-ley de educación superior. Es difícil que algo les entre...en la cabeza (salvo que sea por la boca) y consideran que estudiar o leer son enormes pérdidas de tiempo. Incluso si son muy lectoras, no dejan de sentir que podrían estar haciendo algo más productivo. Como buenas centauras, siempre tienen más ganas de salir a correr por los prados y disparar sus flechas (o mejor, ser flechadas) que de sentarse en su casa a cultivar el espíritu.

El centauro también simboliza a la libertad, por lo que jamás encontrarás a una sagitariana fiel. Tampoco encontrarás nunca una sagitariana que acepte el hecho de que es infiel. O te mienten sin mucha energía o se enojan porque les estás preguntando sobre su vida privada -cosa que ni su pareja tiene derecho a hacer- y te arman un escándalo tan grande que al final te sentís una desubicada total y jamás volvés a hacerlo. Y es que lo que en realidad les molesta es que se metan en su vida, por muy mal que la lleven.

Cualquiera esperaría de un centauro, bicho tan parecido a un caballo, que tenga una dotación asombrosa y, sobre todo, que sea activo. Sin embargo, las muy yeguas siempre preferirán que las monten. Además, incluso en el caso de que encontrés una sagitariana dotada y activa como potro salvaje, te sentirás aún más frustrada que con una yegua pasiva, porque en menos de 5 minutos habrá acabado y se habrá ido sin dejarte ni su mail. Encima, al minuto de ponértela empezará a decirte “¿Ya estás por acabar?” y se enojará si no te apurás porque está impaciente por irse trotando a buscar otra pasiva.

Arrebatadas, impacientes, animaladas y rebeldes sin causa, las locas de sagitario están locas de verdad. Regidas por Júpiter, el planeta “bueno”, suelen ser muy optimistas, incluso cuando todo les va mal. Creen que algún día ganarán la lotería y que los finales felices no son un invento de las películas yankees sino que existen en la realidad.



Loca Capricornio


Llegamos por fin a Capricornio, el tercer y último de los signos de tierra y, sin duda, el más feo de los tres. Si la loca de Tauro busca defectos para cambiarlos y la de Virgo, para molestar, la cabrona de la capricorniana lo único que hace es buscarlos para deprimirse y sentirse peor de lo que ya se siente naturalmente, dado que vive sumida en la melancolía (aunque con breves momentos de euforia mensual, cuando cobra su salario).

Regida por Saturno, el planeta “malo”, está absolutamente convencida de que es una patética loca fracasada y perdedora y que siempre lo será. Siempre se siente la última, la postergada, la peor de todas y, en muchos casos, lo es. Debido a su falta de autoestima, la capricorniana se la pasa ideando tretas para que nadie se dé cuenta de que su vida es horrible y en esto hay una variada gama de conductas que puede desarrollar, desde la mitomanía al alcoholismo. Por lo tanto, no suele ser una compañía muy agradable y en general, no tienen muchos amigos, porque encima es antisocial. Claro que esto último les cuadra justo porque nadie las quiere cerca. En general, te transmiten su mala onda y no saben lo que es dar aliento. Cuando, cada 4 años, toda la Argentina pega saltos y gritos de alegría sólo porque un futbolista multimillonario y adicto mete un gol a algún país que ni se sabe bien dónde queda, las capricornianas se quedan sentaditas y tiesas haciendo esfuerzos indecibles por, al menos, sonreír. Siempre están amargadas y al borde del llanto y cuando nacen bendecidas y no tienen razones para sentirse mal, inventan alguna.

Todo les parece increíblemente difícil y la única razón por la que no se pegan un tiro es que les gusta mucho la plata. Viven día y noche pensando en cómo conseguir plata y se la pasan escalando posiciones hasta llegar a lo más alto. Esta es una cualidad muy apreciable en las cabras, que gustan escalar montañas y vencer todos los obstáculos que hay hasta la cima. Pero incluso en la cima se sienten mal y siguen considerándose unas perdedoras, aunque no les alcance la vida para contar la plata que tienen acumulada. Es muy común ver a una capricorniana gastando fortunas en fiestas y llorando al final mientras grita: “¡Todo salió mal!”, invirtiendo petrodólares en su ropa y su cara para gritar frente al espejo: “¡Soy horrenda!”, pagando tragos a taxi-boys para gritar: “¡Ponémela vos, tarada!!”. Si bien cree que el dinero hace a la felicidad, también cree que nunca tendrá lo suficiente y seguirá escalando y escalando hasta quedarse sin pezuñas.

La capricorniana es también muy mandona y siempre quiere dirigirlo todo, aunque esté absolutamente segura de que le va a salir mal. Ella está tan convencida de que las cosas saldrán mal, de que sufrirá como condenada y que será horriblemente traicionada por aquellos en que depositó su confianza que termina por convencer a los demás de que así ocurrirán las cosas y finalmente, así ocurren. Para más datos, Jesús era de capricornio.

Así como la capricorniana no sabe disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, tampoco sabe disfrutar de las grandes, por lo que siempre está insatisfecha sexualmente. O es muy grande y le duele o es muy chica y le baila. Y si aparece la medida exacta, ella se ensancha o se estrecha a voluntad, cerrándose, como siempre, a ser feliz. Tampoco disfruta siendo activa, porque ella quiere ser pasiva con un chongo bien macho y forrado en guita, aunque el mismo mal sufre cualquier loca, sea de capricornio o no. Como toda loca de tierra, es muy carnal y encendida -o sea, calentona y ardida- y suele tener mucho sexo, pero tampoco ésto la hace feliz. Siempre cree que hay poco sexo en su vida y podría tener más (aunque también éste es un mal común a todas las locas).

La influencia del negativo Saturno las vuelve así de depresivas, melancólicas y amargadas, pero este planeta también las hace maduras, reflexivas y muy pacientes. Claro que ellas dirán que ser madura es estar vieja y hecha mierda, ser reflexiva es ser inútil y aburrida y ser paciente es ser cagona, quedada y poco intrépida. No queda otra que sentir desagrado ante una capri. Al menos, no se equivocan creyéndose las peores.



Loca Acuario


Y por supuesto, no podíamos dejar de hablar de Acuario, ya que, como muchos saben, es el signo de la homosexualidad por excelencia porque la constelación del aguatero fue relacionada desde antiguo con Ganímedes, príncipe de Troya y famosa loca de la mitología griega. Para quienes no conozcan el mito, sepan que Ganímedes estaba tan pero tan fuerte que Zeus, el mismo rey de los dioses que vivía corneando a su esposa con toda fémina mortal o inmortal, se transformó en águila y raptó al príncipe troyano llevándoselo al Olimpo para hacerlo su “copero” personal, dándole unos hermosos corceles de oro al rey de Troya para compensarl a éste por la pérdida de su hijo. Por ésto, las locas de acuario sueñan siempre con ser raptadas por algún viejo forrado en guita que se las lleve a su mansión personal y las alimente a ellas y a su familia.

Hoy en día no existe el oficio de copero personal pero sí existe un oficio muy parecido y hasta mucho más antiguo que ningún otro. Por otro lado, tampoco existen viejos que se transformen en águilas pero vayan una noche a cualquier boliche gay y verán docenas de viejos con más plumas que un águila tratando de levantarse a algún pendejo, ofreciéndoles no corceles de oro, porque no existen, pero sí, al menos, un par de copitas bien cargadas. Zeus no se transformó en buitre: hubiera sido muy obvio.

Por si lo del mito fuera poco, Acuario es el signo de la trascendencia de los límites, de la superación humana, del triunfo de la inteligencia sobre el oscurantismo, es decir, de la infidelidad, la promiscuidad y la perversión en todas sus formas por lo cual, es difícil encontrar a un acuariano que no haya, al menos una vez en su vida, probado una encamada con alguien de su propio sexo. La libertad y la independencia son las características centrales de un acuariano, por lo que, probablemente, la homosexualidad sea de lo más leve que haya experimentado en su vida. Suelen prenderse en todo tipo de fiestas, por muy perversas que sean. Siempre quieren probarlo todo y ni siquiera estar de novio es un impedimento para ellas. Sencillamente, meten los cuernos y punto. O, si tienen suerte o esperan un buen tiempo, terminan incluyendo a su pareja en las fiestas.

A una loca acuariana no le importa tanto el sexo o el rol sexual de su pareja sino otro tipo de cualidades que considera más importantes, relacionadas principalmente con la posición socio-económica y el poder adquisitivo. Por otro lado, poseen un cerebro extremadamente frío y lógico, que les sirve para calcular todo lo que pueden obtener de tal o cual persona, sin detenerse casi a pensar si es varón, mujer, activo, pasivo, promiscuo, impotente, etc. Es por esto que abundan las bisexuales en este signo, pero no porque realmente disfruten con mujeres y hombres sino porque nunca discriminan a nadie por sus gustos sexuales…mientras tenga plata.

Las acuarianas suelen ser muy versátiles, amoldándose a los deseos de su pareja, ya que de ella dependen para sobrevivir. Sin embargo son, en teoría, las locas más activas del zodíaco, ya que la famosa constelación del aguatero, que derrama agua sobre el universo, llenándolo de vida, libertad y sabiduría, es también un símbolo de la eyaculación del semen, líquido que, al igual que el agua, da vida Seguramente, alguna loca pudorosa obvió esa segunda interpretación para evitar que los niños hicieran preguntas raras. De hecho, si miramos bien la constelación de Ganímedes puede verse un joven vertiendo agua desde un cántaro o un joven vertiendo leche desde otro tipo de cántaro. Como sea, y teniendo en cuenta que, en general, las viejas plumosas y verdes siempre buscan pendejos activos, la acuariana está casi siempre obligada a ser ella la que utilice el cántaro.

Pero hay que hacer una advertencia: si sos una vieja plumosa y estás pensando en ponerte en campaña de conseguirte una linda y activa pendeja acuario, recordá siempre que jamás te será fiel. La loca es regida por Urano, planeta atribuído al dios del cielo nocturno que regaba a Gea, la tierra, con el rocío, otro mito fácil de interpretar y que explica la natural tendencia de acuario de andar esparciendo su líquido por toda la tierra.

Así concluimos con Acuario, las locas más inteligentes y sabias del zodíaco, astutas zorras vividoras de viejas verdes por su natural tendencia a mojar y salpicar. Acuario también simboliza a la juventud, porque es obviamente cuando más clientes consiguen.




Loca Piscis


La última orejona del tarro del zodíaco, la pisciana, es la más boluda de todas las locas. La pescada de la piscis es maricona y soñadora como nadie. Vive en un mundo poblado por hadas y duendes mágicos, pero ni los duendes le dan bola porque es afeminada con ganas. Por lo general, no se da cuenta de sus virtudes o defectos reales, sino que cree tener otros que, por alguna razón, ella cree más interesantes. Suele también sufrir profundas melancolías y depresiones que duran años sólo porque el chongo que les dijo “te llamo” nunca las llamó. Jamás se preocupan por averiguar cómo son realmente las cosas, total “ya se lo imaginan”. Esto es porque al pertenecer a los signos de agua, las pescadas tienen una imaginación muy viva, pero a diferencia de Cáncer, que imagina para impresionar a los demás, o Escorpio, que lo hace para idear formas de cagarlos, la pisciana imagina sin ningún objetivo práctico. En realidad, sólo le gusta pensar que tiene una existencia mucho más apasionada e interesante de la que nunca tendrá en realidad. El problema es que como es tan emotiva, sufre de verdad por las cosas que se imagina. A veces no distingue entre la realidad y su fantasía, por lo que nunca te preocupes mucho si ves a una pescadita llorando. Probablemente está viviendo el momento más doloroso de la conmovedora historia imaginaria que vive con más intensidad que a su verdadera existencia. Y es que las locas piscis se retiran siempre a su mundo mágico porque es el único lugar en el que pueden ser las protagonistas y el centro de atención, cosa que, a pesar de parecer tan tímidas, les fascina. Una pescada puede llegar a enamorarse para siempre de vos si demostrás que te acordás de alguna boludez que te contó referente a ella, como, por ejemplo, el nombre de su madre o, mejor todavía, que es de Piscis. Ellas sueñan con ser las número uno, pero en la realidad no hacen nada práctico para lograrlo. La pescada se la pasa invirtiendo energías en cosas que jamás le darán beneficio alguno y que más bien terminarán por hundirla aún más en las oscuras profundidades en las que vive. Suelen ser de esas locas que empiezan veinte carreras al mismo tiempo, del tipo de cosmetología polinesia, cheff de comida anglosajona, maestra de kechua y hasta astrología. Parecen tener vocación por toda carrera inútil y que no de plata. Y, por supuesto, jamás terminan ninguna. Si trabajan, no sirven mucho para nada, ni siquiera para telefonista de Call Center, porque no saben tomar ningún tipo de decisión. Siempre necesitan que les digan lo que tienen que hacer, por lo que sólo sirven para esclavas de alguna loca que le guste el sadomasoquismo, lo que tampoco es un laburo para presumir con los parientes en navidad..

Las piscianas jamás se esfuerzan en nada, no porque sean vagas sino porque no tienen ánimos para luchar y prefieren acatar todas las órdenes. Si sólo hubiera gente de piscis en el mundo, todos los países serían comunistas, ya que la gente sería tan pescada que a nadie se le pasaría por la cabeza intentar ser más que los demás. Y si a alguna pescada, en su deseo de llamar la atención, se le ocurriera eso, jamás se atrevería a intentarlo.

Por supuesto, un carácter así de pescado sólo puede ser pasivo sexualmente. Encontrar una pisciana activa es un hallazgo casi mágico, por lo que si conociste alguna, aseguráte que sabe bien la fecha de su nacimiento. La muy pescada quizás es de otro signo y ni se dio cuenta. Por otro lado, las pescadas poseen invariablemente una llamativa boca petera, por lo que son muy solicitadas a la hora de sacar la leche, pero luego jamás vuelven a ser llamadas. Y es que, difícilmente, sirvan para otra cosa.

Neptuno, planeta atribuído al dios del mar, rige a estas nadadoras pasivas que se la pasan haciendo burbujitas y meneando la cola como buenas pececillas. Si alguna vez una pisciana te pregunta “¿Cómo andás?” no se te ocurrar decirle “Y…maso” porque es probable que se largue a llorar y sufra más que vos mismo por tus problemas, sean cuales sean. Son compasivas, sufridas y lloronas como ninguna otra loca, es decir, son un verdadero amor. Por eso es que la mayoría de la gente les huye.

2 comentarios:

  1. Jajajaja

    soy pisciano y es todo cierto
    como puedo dejar de ser tan boludo??? decime

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  2. sos groso!! me morí y eso que me fue como el tujes, soy pisciana (creo) hasta ayer me creía acuariana jajajajjaja

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