lunes, 20 de abril de 2009

En el claro de la luna


Era un domingo y eran las 9 de la mañana. Yo estaba despatarrado en mi cama con no se cuántos de grados de alcohol en la sangre como cualquier argentino veinteañero (aún) promedio cuando, de repente, suena mi celular.


La pantallita decía “Mariela llamando”.


Si una persona normal te llama a esa hora de un domingo sólo puede ser por dos razones: O se le murió la madre, el padre, el perro y el abuelo y te está invitando al funeral o se está planeando un asado en la casa de alguien o en las sierras y te están llamando para que vayas a comprar carbón y lechuga.


Pero Mariela no es una persona normal:


-Hola, Rubio???- Gritó una voz histérica, llorosa y algo alcohólica- ¡Ayy, te juro que no me di cuenta, te juro!!!¡Me mandé el moco de mi vida!!! ¡Me tenés que matar!! ¡Me tenés que acribillar!!! ¡Me tenés…!!!


-Mari…– Empecé entre somnoliento, ronco y alcohólico- Calmáte. ¿Qué te pasó?
¿Dónde estás?


- ¡En mi casa, Rubio!!! ¡Ay, no sé qué hacer, te juro! ¡No sé qué voy a hacer ahora!!!


- Bueno, a ver- Me incorporo un poco y trato de espabilarme, pensando que la han violado o que le robaron todo menos el celular (precisamente!)- Calmáte y contáme que te pasó.


- ¡Noo, no puedo, Rubio, me da mucha vergüenza!! ¡Me vas a querer matar!


- Ay, nena, ¿cómo decís eso? – Digo laxamente, mientras agendo mentalmente prepararle un espantoso y cruel asesinato – Contáme, no seas boluda…


- ¡Es que no puedo, Rubio, no puedo!!!- Me dice casi llorando.


- Entonces ¿para qué me llamás? – Le digo entre cómico y enojado.


- Ayy, es que no sabés lo que pasó. Un desastre. Me van a odiar todos…


- A ver – la interrumpo, esforzándome por recordar lo que me venía contando desde hace semanas- Anoche fuiste al casamiento de tu prima, ¿no?


- ¡Sí!!!- Gritó Mariela, casi llorando.


- Y te pusiste en pedo- supuse yo.


- ¡Sí!!!- De nuevo el sollozo.


- Y te tranzaste a medio mundo.


- ¡Peor que eso!!


- ¿Te lo tranzaste al novio??? – pregunté, esperanzado.


- ¡Noooo!!! ¡Mucho peor!!!


- Bueno, cortála y contáme –dije, impaciente.


- ¡Ay, es que me da vergüenza!!! –Volvió a sollozar.


- Bueno, nena, cuando estés lista para contármelo, llamáme. Yo sigo durmiendo.


- Bueno, está bien- capituló Mariela- Te cuento. ¡Pero me vas a retar!!!


- Nooo, Mari, yo nunca te reto…salvo cuando te empeñás en vestirte de flogger a los 28 años.


- Bueno, mirá. – Me dice más tranquila- Me puse en un pedo atroz. Bailé con todo el mundo. En resumen: dí ocote.


- Ajá –mascullé, aburrido, pensando que en todos los casamientos pasa lo mismo (y en casi todas las salidas de Mariela también)- ¿Y???


- Que salí de la fiesta en un momento porque sentía que iba a vomitar. Y vomité ahí afuera, en el estacionamiento. Me quedé tirada contra una pared y me manché toda la cara y el vestido.


- ¿Y qué pasó?- dije, ahora sí preocupado- ¿Alguien te vió?


- ¡Nooo!!! ¡Eso es lo peor!!! ¡No sé lo que pasó!!! Lo único que recuerdo después de eso es que…¡me desperté en una cama que no era la mía!!!


- Ahhh –dije, comprendiendo- ¿Y de quién era la cama?


- ¡Del tío del novio! – Gritó, desesperada.


- ¿Y? – desdramaticé.


- ¿Cómo que “y”??? – Me reprochó, Mariela. - ¿Ahora qué hago??? ¿Qué hago??? – Gritó, como propaganda de Hellman’s.


- ¿Pasó algo?- pregunté, con calma.


- No, él dice que no. ¡Pero yo no me acuerdo!!! Dice que me vio tirada y que me llevó al auto, que me trajo a su casa y me llevó al baño. Que yo sola me lavé la cara y me saqué el vestido y después me tiré en la cama.


- ¿Y no te acordás de nada-nada-nada??


- No, te juro. Creo que me acuerdo de estar lavándome en un baño pero nada más.


- ¿Los vió alguien más irse?


- No, dice que no. Que me vió sola y me subió a su auto y que no le dijo a nadie para ahorrarme el papelón.


- ¿El estaba durmiendo con vos cuando te despertaste?


- Sí, estaba al lado mío pero entre la manta y el cubrecama. Yo estaba debajo de las sábanas.


- ¿Y cuál es el problema? –dije, ya aburrido- Se portó re bien el tipo.


- ¡Sí, pero si mi prima se entera me mata!!


- Y bueno, decíle que no le cuente. Igual se va a enterar, pero al menos le pasás el fardo a él.


- ¡Me van a matar!! Ya deben estar enterándose todos los de la fiesta.


- ¿Y qué drama hay? Te re mamaste en la fiesta delante de todos, con eso ya es suficiente para que te hayan sacado el cuero mal. Que se enteren de eso otro tampoco es tan grave…


-¡Ay, no me entendés, boludo!! ¿No ves que todos van a pensar que soy una puta?


- Más bien van a pensar que sos una solterona desesperada y alcohólica. Lo de puta es un plus.


- ¡Y peor si piensan eso!!!


- ¿Qué te importa lo que piensen? Mientras vos sepas que eso no es cierto que los demás piensen lo que quieren.


- Y sí, pero…


- Además ¿cuándo vas a volver a ver a toda esa gente? Nunca. Son amigos de ellos, no tuyos. A tu prima la vez cada muerte de obispo. Y si se enoja con vos por lo que pasó, hacéte la víctima, decíle que ni ella ni tu tía ni nadie te ayudó cuando estabas vomitando…o decíle que el tipo te quiso seducir, o algo así.


- Y no sé, lo que pasa es que…


- Te estás ahogando en un vaso de agua.


- No, no es un vaso de agua, es…


- Y además no debés haber sido la única borracha de la fiesta.


- Y no, pero…


- Y en todos los casamientos tiene que pasar algo gracioso.


- Y…


- Así que ahora andáte a dormir un rato y más tarde lo pensás con calma y vas a ver que no es tan grave.


-Bueno…


- Te llamo a la tarde, ok?


- Bueno, sí, dale. Tenés razón, gracias por…


- Te veo, amor, besos.


El siguiente capítulo comenzó el martes a la tarde. Todavía no sabía si había soñado la conversación del domingo o no, pero tampoco estaba ansioso por averiguarlo. De golpe, de nuevo el cartelito “Mariela llamando”.


- ¡Hola!- le dije, con toda la ironía que pude.


- ¡Hoooolaaaa, Rubioo!!-gritó Mariela- ¿Qué hacés, mi amor?


- Al pedo, ¿vos?


- Y…acá…-dijo feliz, provocando mis peores sospechas.


- ¿Y? ¿Qué pasó? ¿Tu prima te desheredó?


- Jajaja, nooo…¡no sabés!-dijo risueña, y de golpe bajó la voz para decir: “lo ví”.


-¿Qué? No te oigo.


- Lo ví –susurró Mariela, como una nena traviesa.


- ¿Qué viste?- le dije, temiendo lo peor.


- Al tío del novio- dijo, catártica.


- ¿Cuándo?-pregunté como lo haría su madre.


- El domingo a la noche- dijo, burlona.


- ¿Dónde?


- En su casa.


- ¿Cuánto tiempo?


- Toda la noche.


- ¿O sea que pasó lo que tenía que pasar?


- ¡Sííííííí!!!- gritó Mariela, pura alegría ahora- ¡Pasó!! ¡Pasó de todo!!! ¡No sabés qué lindoooooooooo!!!


- ¡Qué bien, qué bueno…!- dije, tratando de entusiasmarme.


- ¡Fue geniaaaalll!!- dijo y parecía que estaba flotando – Ay, no sé, hacía tanto tiempo que no cogía así,

mirá…Encima re dulce él, re atento.


- Ajá.


- ¡Y no sabés!...¡No sabés!...- dijo, haciendo una pausa para crear suspenso.


- ¿Qué?


- ¡Tres veces!!!!


- Wow.


- Es más grande que yo –dijo, como excusándolo- Me lleva como 12 años, pero no sabés lo divino que es. Es un tipazo. Re culto. Y se re cuida. No le das más de 35 años…¡Ah! ¡No sabés! ¡Toca la guitarra!!! Me cantó En El Claro De La Luna, la de Silvio, ahí los dos sentaditos en su cama…no sabés qué lindoo…


- Y seguro tiene una colección de discos de vinilo –interrumpí, antes de que la náusea me ganara.


- Sí…¿cómo sabés?-preguntó Mari, inocente.


- Porque deben haber mil como él.


- ¡Ahh, nooo!! En eso te equivocás. Hombres así no hay. Es el primero que conozco que…


- Ay, nena, no me contés más de él. Si a vos te gusta, todo bien, pero yo no me ilusionaría.


- ¿Porqué no?- preguntó, enojada.


- Si me preguntás eso es porque ya estás ilusionada…


- ¿Y qué tiene?


- Todo tiene.


- Sí, claro. Ya sé que no es de mi edad, pero hoy estaba pensando: –dijo, en tono filosófico- El está divorciado y ya tiene hijos, por lo cual no va a estar apurándome para tener chicos.


- Mari…


- Y vos sabés que yo no estoy lista para tener un chico ahora. O sea, no, imposible.


- Mari…


- Pero imagináte, un tipo con hijos es una ventaja. Ponéle que de acá a unos años yo quiera tener un hijo con él, pero por ahora podemos estar re tranquis con los hijos de él.


- ¡Mari…!


- Y voy a poder seguir yendo a Brasil con vos usando la bikini que me envidiás, jaja.


- ¡Mariela…!


- Tiene trabajo estable, tiene su propia casa, auto. Es un bombón, re dulce. Coge re bien. Es inteligente, le gusta el arte, la música, los libros. ¿Qué me importa que me lleve unos años?


- Mari, no importa que te lleve unos años. Lo que importa es que lo conocés hace dos o tres días nomás…No empecés a buscar salón hoy…


- ¡Ay, qué exagerado!! Nada que ver…nomás me gusta cómo es.


- Sí y eso está buenísimo. Que te guste, que cojan 10 veces, que canten Silvio…pero no empecés a pensar que él es el hombre de tu vida, porque…


- ¿Y porqué no puede serlo?- se rebeló Mariela- Los tipos de mi edad son todos unos idiotas o están casados, teniendo hijos y todo eso. Él me trató mucho mejor que Damián…–dijo, como si eso cerrara el caso- Es un tipo que ya sabe lo que quiere en la vida y no está boludeando. Si yo le gusto…


- Y sí, le gustás como le deben gustar todas las pendejas. Debe coger con 3 como vos por semana.


- ¡Ay, estás lechuza hoy!


- Y vos de nuevo te estás enamorando a las tres horas de conocer a alguien. Encima un tipo que no tiene la más mínima intención ni necesidad de estar con alguien y...


- Bueno, mirá, te llamo otro día. ¡Chau!.


Dos semanas después, no importa el día…”Mariela llamando”.


- Hola…


- Hola, Rubio, ¿Qué hacés?


- Nada, ¿vos?


- Nada tampoco. Te llamaba para ver si querías ir al barcito de Alta Córdoba.


- Mmm, no, no tengo muchas ganas. ¿Con quién vas?


- Con nadie, decía que fuéramos nosotros.


- Ah, bueno. Si querés vamos pero no tengo mucha plata…mejor veníte y tomamos algo acá en casa.


- ¡Dale!! ¡Buenísimo! Compramos unas cervezas…


- ¿Pero vos querías salir?


- No, no. Nomás juntarse para charlar…


- ¿Qué te pasó?


- Nada…


- ¿Cómo anda el coleccionista de vinilos?


- Ay, no me hablés de él, mirá. Es un enfermo.


-¿Por?


- Lo odio.


- Te hizo oír un blues del año 55, seguro.


- Jaja…no. Es un idiota. No quiero verlo más.


- ¿Qué pasó?


- Nada.


- Pero porqué no querés verlo más…


- Porque es un tarado. O sea, un bebé grande ¿entendés? Un tipo que nunca maduró ni va a madurar y yo necesito otra cosa.


- Claro.


- Yo necesito alguien que sepa lo que quiere.


- Y sí, seguramente.


- Que no esté en la joda ¿entendés? Que no pelotudee tanto.


- Sí, claro.


- El tipo éste es un imbécil que se cree no sé qué. O sea, se re hace el que es un romántico, pero es un gil total.


- Me imagino.


- Además es divorciado y tiene hijos, es como que no da.


- Y no.


- Aparte re creído, porque, o sea, la primera vez que cogimos yo no terminé y ni se dio cuenta. Y después estuvo como dos horas hablándome de que para él lo mejor en la vida era hacer gozar a una mujer y saber qué le provoca un orgasmo, bla bla bla…


- Jaj


- Y encima después hablándome de una mina con la que había tenido sexo anal, como tirándome la onda de hacerlo conmigo…Pobre tipo, ni se atrevía a preguntarmelo.


- Re pavo.


- Y sí, un nene. O sea, se quiere hacer el ganador que super entiende a las mujeres pero no tiene la más puta idea de nada.


- Y bueno, él se sentirá bien pensando lo contrario.


- ¡Pero es un pelotudazo! No se da cuenta de que las minas nos damos cuenta de todo eso. ¡Tan poco sabe de mujeres que cree que somos tontas! ¿Vos te creés que yo no me daba cuenta de que sigue enganchado con la esposa? Si le cambiaba la voz mal cuando hablaba de ella. Y después decía que estaba todo sepultado. O sea, no. Gente con traumas y pasados no cerrados no quiero.


- Y no. Nadie quiere eso.


- Encima cantando con esa voz de cigarillo..¡puaj! Te digo que Charly tiene voz de niña al lado de él. ¡Y encima tocándome su guitarrita!…O sea, pobre tipo. ¿No sabe ni hacer los rasguidos y quiere tocar En El Claro De La Luna? No podés. No podés ser tan pavote y no darte cuenta.


- Y bueno, Mari.


- Me da pena.


- Y…yo te dije.


- Sí, ya sé. Pero bueno, yo no me daba cuenta.


- Y claro, si recién lo conocías.


- Sí, bueno, re boluda de no darme cuenta de entrada. Aparte por cómo nos conocimos…o sea, no hay forma

que funcione lo nuestro.


- Bueno, ¿y cómo te diste cuenta de que no era tu tipo? ¿Te empezó a llevar a mirar los atardeceres?


-No, ni eso. O sea, un pelotudo bárbaro.


- ¿Y adónde te llevó?


- A ningún lado.


- ¿Pero estuvieron viéndose?


- No.


- ¿Cómo que no?


- Que no lo ví más.


- ¿Desde aquel domingo?


- Sí.


- Y pero antes estabas re entusiasmada con él y ahora lo odiás…


- Sí, bueno, se me pasó, qué se yo…


- A ver. Vos lo viste un domingo, el martes estabas enamorada y dos semanas después lo odiás sin que él te

haya hecho nada…


- Sí me hizo.


- ¿Qué te hizo?


- Ser un boludo atómico.


- ¿Te volvió a llamar él?


- Porque es un pajerazo mal, o sea…


- ¿Te volvió a llamar él?


- Es un imbécil, qué me importa lo que haga con su vida…


- No te volvió a llamar él…


- Ni quiero que me llame, o sea, que se pierda, que se esfume.


- ¿Vos lo llamaste?


- Que se meta la guitarra en el orto, mirá.


- ¿Cuántas veces lo llamaste?


- No me vuelvo a meter con un tipo más grande que yo nunca. Pendejos, pendejos quiero. Basta de viejos pelotudos.


- Mariela ¿Cuántas veces lo llamaste?


- Y…no sé.


- ¿Diez? ¿Veinte?


- No sé, qué se yo. Lo llamé un par de veces el lunes…el martes no me acuerdo.


- ¿Cincuenta?


-…


- ¿Cien?


- Treinta y una.

- …


- ¡Y bueno! Qué se yo…quería hablar con él…-se le fue diluyendo la voz.


- Bueno, veníte y tomamos 31 cervezas ¿querés?


- ¡Dale! Y de ahora en más: ¡Pendejos!! Nada de viejos. ¡Prohibido estar con un viejo!


- ¿Y cuando el pendejo no te responda el teléfono vas a volver con los viejos?


- ¿Qué?


- Nada, veníte. Y traé envases que los míos no sé dónde los dejé.


- Compro la no retornable, mejor.


- Dale, te espero.


Colgué, ordené un poco, desocupé el freezer, puse Britney Spears y, por las dudas, descolgué el poster del Che que tengo en la pieza por si Mariela entraba. Supongo que en un par de meses volverá a escuchar Silvio y se le pasará la gerontofobia pero, por ahora, habrá que escudarla de los coleccionistas de vinilos y de las noticias sobre Obama y el embargo.

24 comentarios:

  1. Bueno, ya sabes: el amor es ciego.
    Acá se dice un refrán: nunca digas de este agua no beberé. Volverá a ocurrir. Así somos.
    Un abrazo,

    ResponderEliminar
  2. Aaaayyyyyy que identificada me sentí! Descontando la parte de los 31 llamados hago la misma gilada de enamorarme a las dos horas de conocer a alguien y odiarlo a los dos días cuando desaparecen :S
    A los pendejos hay que tenerles mucha paciencia, son más estables pero viven en una nube de peditos de colores con forma de corazones voladores y los grandes tienen más conflictos que los Pérez García, no sé para que lado hay que apuntar ya.
    Besos!

    ResponderEliminar
  3. Me encantó, me divertí muchísimo, creo que es una de las mejoras cosas que te leí desde que te conozco.
    Felicitaciones!
    Ya me tenés como seguidor.

    BESOTES

    ResponderEliminar
  4. uh la verdad es que necesita abrirse un poco.. y las mujeres suelen hacer eso, de llamar 50 mil veces.. por suerte yo no llamo tanto... mi novio vive en maryland osea que cada uno hace su vida y confianza ciega...

    Pobre, a todas nos paso una vez enamorarnos del idiota, planear la vida y que sea nada...


    Un beso Blondo.. me encantas!

    ResponderEliminar
  5. Divino el relato. muy divertido y un espejo del 100% de las mujeres, al menos una vez.

    ResponderEliminar
  6. Tito: Si vuelve a ocurrir es para empezar a pegarle...

    Lulú: No te preocupes, todas están/estamos :P en la misma.

    Stan: Muchas gracias! Un halago de parte suya es bienvenido siempre!

    Mugatu: Qué topeza! Un novio en Maryland :P

    Juli: Gracias, me alegra que te haya gustado.

    ResponderEliminar
  7. Gracias por el comentario, sos un encanto, pero dudo mucho que necesités un sapo, intuyo que tenés muchos amantes. . .

    BESOTES

    ResponderEliminar
  8. Sueña caballos herreros
    suéñame viento del sol
    sueña un tiempo de aguaceros
    en el valle de la luz...

    ¿Qué tiene que ver En El Claro De La Luna con todo ésto??

    Igual, muy divertido.

    ResponderEliminar
  9. Tu amiga es real, re super real!!!
    Cuantas partes de esa conversación he escuchado??? Miles!!!
    Muy bueno este post. Me has hecho despertar!!!
    Ah, y te comento que salude a cuanto rubio ví por Traslasierra y Merlo (que no eran muchos) pero sospecho que no dí en el blanco!!!

    ResponderEliminar
  10. Jaaaajajajaja!!! muy bueno!
    La verdad, no puedo decir que me siento reflejada porque nunca llamo por teléfono, pero las especulaciones sobre el otro... ¡¡¡son tan de los 20 y pico!!!
    ¡menos mal que después crecemos!
    Besos, Rubio

    ResponderEliminar
  11. jajaja... esos impulsos amorosos que no entiende nadie. Y acá es donde yo digo... "no entiendo como la gente puede ser tan estupida", pero so pena de saber que soy tan inestable emosionalmente que podría facilmente caer en la misma situación, entonces hago uso de mi derecho a guardar silencio.

    Salu2

    ResponderEliminar
  12. Rubio! que buen amigo que sos! yo creo que la hubiese matado.
    Un beso,

    ResponderEliminar
  13. Mi apreciado Tarado... no sé qué decir... así me gane el odio de todas tus lectoras, no puedo sino decir que todas, todas las mujeres, son así. ¿Treinta y un veces?, ni de lejos estaba desesperada, yo conocí a una que podía hacerlo hasta 70 veces en una hora...

    Y como siempre, un gustazo leerte, sos inconfundible, sos único... ¿si me arriesgo a decir que muy a menudo te considero mi favorito, no te convertís en un divo y me dejás de hablar?

    Un abrazote.

    ResponderEliminar
  14. por eso yo antes de meterme en la cama de alguien me aseguro de estar super sobrio , mejor q sea el otro el q este mamado y no vos

    pd el unico claro de luna q recuerdo es de beethoven y es para piano besos

    ResponderEliminar
  15. Stan: Ud es muy inteligente, igual uno siempre sueña con el príncipe encantado.

    Iván: No sé qué tiene que ver, preguntále al tipo.

    Pablo: Espero que al menos hayas hecho muchos amiguitos :P

    Clau: Muy bien, así se hace. Hay que hacerse llamar.

    Jacobo: Muy coherente lo tuyo. Espero que Dios no me castigue por reírme de mi amiga.

    Matias: Y bueno, ella me bancó varias cosas también...las ganas de matar nunca faltan.

    Milo: No sé, por las dudas no lo digas :P. Igual yo te lo digo a vos.

    Elio: Qué control! Mirá que yo puedo controlar con quién me acuesto, pero lo que tomo es más difícil.
    Hay un claro de luna de Beethoven pero hay otro de Silvio Rodríguez, muy bonito también.

    ResponderEliminar
  16. ja ja no sabia q habia un claro de luna de silvio rodriguez , debe ser q yo vivo metido en la musica clasica , .
    siempre me cuido , cuando me siento mediomareadito , ya suelto la botella ( y se la paso al otro para aprovecharme ) besos

    ResponderEliminar
  17. JAJAJAJA!!!!Sos increíble!!
    Gracias por visitarme, sos un amor!

    BESOTES Y BUENA SEMANA!

    ResponderEliminar
  18. Ummm, Rubio, volve a los temas gays, me gustan mas.

    Besotes!!

    ResponderEliminar
  19. JAJAJA!!! Gracias Rubio por tu comentario, me encantó!!

    BESOTES Y BUEN FINDE!!!!

    ResponderEliminar
  20. Besarse sin tocarse...

    Quise decir que está el sentimiento pero no hay necesidad de realizarlo/probarlo/mostrarlo, etc.

    Ok??

    ResponderEliminar
  21. Esos tipos que coleccionan vinilos...puaj!
    Por más que cojan bien y te echen 3 polvos, paso.

    ResponderEliminar
  22. jejejeje
    caidas y recaidas... que buena bitacora!
    me senti escuchando una conversacion ajena!
    saludos

    ResponderEliminar
  23. Jajajajajaja
    por dios no puedo parar de reirme
    soy asi!!!
    Ay dios mio! Soy igual a tu amiga!!

    ResponderEliminar